CULTURA ETNOLÓGICA DEL ESTADO AMAZONAS en VENEZUELA

El Estado Amazonas posee el mayor número de grupos indígenas de  Venezuela, 15 etnias cada una culturalmente diferenciada con su propia lengua, música, arquitectura, manifestaciones etnográficas, tradiciones milenarias, mitología, y conocimientos médicos naturales, entre otros. En Amazonas estas etnias representan a las tres familias lingüísticas más importantes de Venezuela: Independientes, Arawaka y Caribe.

La población indígena del Estado Amazonas representa el 49,7 % (44.512 personas) de la población total del Estado y el 92,9 % de estos utiliza su lengua nativa para comunicarse.

Los grupos indígenas más numerosos son los Yanomamis, los cuales representan un 31 % de la población indígena del Estado Amazonas. Los Piaroa representan un 23 % y los Guahibos un 22 %. Estos grupos son etnias cuya filiación lingüistica no ha sido establecida debido a su gran antigüedad. Se denominan independientes. Le siguen en importancia numérica los grupos pertenecientes a la familia lingüistica Arawaka y luego los Ye'kwana pertenecientes a la familia lingüistica Caribe. Sobre la familia lingüistica Sáliba no se ha podido obtener información debido al escaso número de estudios que existen sobre esta etnia.

 

Los quince grupos étnicos que pertenecen al Estado Amazonas se clasifican lingüísticamente de la siguiente manera:

 

Etnias Independientes:

Yanomami  Guahibo.  Maco.  Piaroa.  Hoti.  Puinabe.  Sanema. 

 

Familia Lingüística Arawaka:

Guarequena.  Curripaco.  Baré.  Baniva.  Piapoco. 

 

Familia Lingüística Caribe:

Ye'kwana.  Yabarana. 

Familia Lingüística Sáliba:

Sáliba.

El territorio que hoy se conoce como Venezuela, estuvo habitado por varias tribus indígenas que se extendieron por todas las regiones del país, sin establecer entre ellas una unidad política y cultural. Estos grupos desarrollaron rasgos sociales y culturales sumamente interesantes y su aporte a la idiosincrasia del pueblo venezolano es invalorable.

 

LA ACTUALIDAD  INDÍGENA

 

Indígenas de Venezuela asesinados

16 diciembre 2009

                 Sabino Romero, líder indígena yukpa, fue detenido tras la muerte de tres yukpa en el mes de octubre de 2009, en una pelea en las montañas de Sierra de Perijá, al oeste de Venezuela. El incidente se produjo después de que tres comunidades yukpa obtuvieran los controvertidos títulos territoriales.

             Se afirma que algunos indígenas yukpa recibieron dinero de terratenientes ganaderos para acusar falsamente a Sabino y a su yerno de haber robado ganado. Los terratenientes se oponen a Sabino por su campaña en defensa de los derechos territoriales de los yukpa. Una semana antes del ataque Sabino había recibido amenazas de muerte.

             Sabino resultó herido de bala y en estos momentos se encuentra detenido por el ejército. Fue interrogado sin la presencia de un abogado o de un intérprete. Sigue detenido, acusado de asesinato y robo de ganado. “Este problema proviene de la demarcación… los terratenientes quieren sacarnos de nuestra tierra”, dijo Sabino.

             Alexander Fernández, aliado yukpa de Sabino de una comunidad vecina, se enfrenta a cargos similares.

             Sabino se opone al plan de demarcación territorial del Gobierno, y exige el reconocimiento del derecho de los yukpa a un territorio único y continuo, en vez de a terrenos fragmentados para comunidades concretas.

             Según ONGs locales, este incidente es parte de la continua manipulación que desarrollan autoridades gubernamentales para provocar enfrentamientos entre las comunidades yukpa y debilitar así la campaña por sus derechos territoriales.

             Lusbi Portillo, de la organización no gubernamental Homo et Natura, declaró que este incidente es resultado de “la instigación de los propietarios de tierra, agricultores y sectores del Gobierno que quieren que el territorio de los yukpa se fragmente, para poder así ocuparlo y allanar el camino a la minería del carbón en el futuro”.

             Portillo se encuentra actualmente en paradero desconocido, tras los rumores que circulan sobre una orden de busca y captura para detenerle a él y a los dos hijos de Sabino.

             Líderes indígenas de Sierra de Perijá, durante un encuentro mantenido en noviembre de 2009, solicitaron la puesta en libertad de Sabino Romero y denunciaron que los activistas sociales que luchan por sus tierras ancestrales no deberían ser tratados como criminales.

            

Indígenas intervienen en audiencia ante el Tribunal Supremo de Venezuela

11 marzo 2010

             Trece indígenas bari de la Sierra de Perijá, en las montañas del oeste de Venezuela, acudieron a una vista histórica ante el Tribunal Supremo de Caracas a primeros de marzo de 2010, para defender su derecho de propiedad sobre su tierra ancestral. La legislación venezolana garantiza el derecho de los pueblos indígenas a poseer su propia tierra y la Constitución estipula que todas las tierras indígenas debían ser demarcadas para el 2001. Sin embargo, los bari siguen esperando que se les conceda la

Mujer y niño yukpa, Sirapta, Sierra de Perijá.

Mujer y niño yukpa, Sirapta, Sierra de Perijá. © Survival

Indígenas bari se preparan para una pesca comunal en Venezuela.

Indígenas bari se preparan para una pesca comunal en Venezuela.

© Survival

Niño yanomami.Cuadro de texto: Niño yanomami. © Survival

titularidad de sus tierras.

             Es la primera vez que se ha permitido a los bari intervenir durante una vista, pese a que llevan solicitando a los tribunales ser escuchados desde hace 10 años.

             En la audiencia, un líder bari dijo: "Sabaseba, nuestro dios, nos ordenó a cuidar la sierra. La tierra de Venezuela es la casa de Sabaseba. Los magistrados tienen que protegerla, y nuestros derechos humanos también". Aún está por conocerse el veredicto de la vista.

             La Reserva Indígena Bari, donde viven la mayoría de los bari, está siendo ahora invadida por mineros, madereros y traficantes de drogas.

             Las vidas y modos de vida de los bari se ven amenazados porque estos foráneos están introduciendo enfermedades como la tuberculosis en la zona. También están destruyendo el bosque y contaminando los ríos, lo que hace peligrar la pesca y los animales de los que dependen estos indígenas para su supervivencia. Además, incitan a la violencia, y atacan y hostigan a los bari, a menudo involucrándoles en el negocio de las drogas.

             Un indígena bari lleva cinco meses en prisión, después de que él y otros dos bari fueran detenidos por la Guardia Nacional y traídos a través de la frontera de Colombia, siendo torturados y obligados a posar como traficantes de droga ante los fotógrafos.

             El bari encarcelado no dispone de acceso adecuado a abogados o a intérpretes, lo que viola la Constitución de Venezuela. Según se ha podido saber, su estado de salud es frágil.

             Un líder bari comentó en relación al indígena detenido: “’Saúl es inocente. Todos de la comunidad somos testigos. Nos estáis consumiendo la sangre y nuestra vida”.

             Survival ha planteado el caso al Gobierno de Venezuela y le ha pedido la liberación inmediata del indígena encarcelado mientras las autoridades no aporten ninguna prueba evidente que justifique su detención.

 

“Epidemia de gripe A” mata a indígenas yanomami en la Amazonia

4 noviembre 2009

             Siete indígenas yanomami de Venezuela han muerto en los últimos 15 días de, lo que se sospecha podría ser, un brote de gripe A. Según se ha informado, otros 1.000 yanomami podrían haberse contagiado de esta virulenta cepa de la gripe.

             El Gobierno venezolano envió a la zona equipos médicos para que traten a los yanomami. La oficina regional de la Organización Mundial de la Salud ha confirmado la presencia de gripe A.

             Los yanomami son el mayor pueblo indígena relativamente aislado que vive en la selva amazónica, con una población de unas 32.000 personas, que se extienden por ambos lados de la frontera entre Brasil y Venezuela. Debido a este aislamiento, tiene escasa resistencia ante enfermedades introducidas como la gripe.

             En la década de los años ochenta y noventa, cuando los buscadores de oro invadieron su tierra , una quinta parte de los yanomami de Brasil murió de enfermedades como la gripe y la malaria, introducidas por los mineros. Su futuro sólo fue protegido tras una gran campaña internacional liderada por los propios yanomami, Survival International y la Comisión Pro Yanomami.

             Los cuidados sanitarios siguen siendo extremadamente precarios en ambos lados de la frontera. Muchas comunidades yanomami no tienen acceso a todos los cuidados sanitarios, y su región selvática y montañosa supone un gran reto para proporcionar asistencia médica de emergencia.

             El territorio yanomami se sitúa en el extremo norte de Brasil y en el sur de Venezuela, y es el mayor territorio indígena en una selva tropical del mundo.

             En el mes de octubre de 2009,  Survival publicó un informe que destacaba la especial amenaza que la gripe A supone para los pueblos indígenas en todo el mundo.

             Según declaraciones emitidas por la organización, que defiende los derechos de los pueblos indígenas: “La situación es crítica. Ambos gobiernos deben actuar inmediatamente para detener la epidemia y mejorar radicalmente los cuidados sanitarios que se ofrecen a los yanomami. Si no lo hacen, una vez más podremos ver a cientos de yanomami muriendo de enfermedades tratables. Esto podría ser completamente devastador para este pueblo indígena aislado, que en este preciso momento se está recuperando de las epidemias que diezmaron su población hace sólo 20 años”.

Las autoridades venezolanas investigan las muertes de indígenas yanomami

23 abril 2010

             Las autoridades venezolanas están investigando las muertes de seis indígenas yanomami en la Amazonia.

             De los seis indígenas fallecidos cuatro eran adultos yanomami de la región del Alto Orinoco que habrían muerto tras ingerir agua contaminada por buscadores de oro ilegales; además dos niños yanomami habrían sido asesinados por personas no identificadas, que utilizaron una sustancia líquida desconocida.

             La fiscalía está llevando a cabo una investigación para determinar cómo y por qué se produjeron las muertes.

             Existen aproximadamente unos 32.000 indígenas yanomami. Viven en las selvas y en las montañas del sudeste de Venezuela y del norte de Brasil. En su tierra hay buscadores de oro trabajando ilegalmente, y los informes sugieren que el número de mineros en la zona está aumentando.

             Los buscadores de oro amenazan las vidas de los yanomami, ya que incrementan las probabilidades de que se produzcan situaciones violentas e introducen enfermedades frente a las cuales los yanomami tienen escasa resistencia. El mercurio que los mineros utilizan para separar el oro contamina el agua que los yanomami beben y en la que se bañan, y el ruido de las dragas y de los generadores en los campamentos asusta a los animales que los yanomami cazan (una importante fuente de proteínas en su dieta).

             Los yanomami sufrieron enormemente con la invasión de su tierra por unos de 40.000 mineros en la década de los años 80, lo que produjo la muerte del 20% de su población.

             Survival ha escrito a los Gobiernos venezolanos y brasileños instándoles a que adopten todas las medidas necesarias para asegurar que cualquier minero ilegal sea expulsado de la tierra yanomami y que ningún minero más invada su tierra en el futuro.

Los Tainos
ArawacosCuadro de texto: Grabado antiguo de Teodoro del Brey 1527 - 1598. En este grabado él representa las horcas altas que hacían los españoles según el cronista, por orden de Fray Nicolás de Ovando. Ahorcaban 13 hombres con los pies ligeramente tocando el piso para aumentar su angustia y debajo de ellos aplicaban fuego y los quemaban vivos. Horrible sacrilegio que le ofrecían a Dios en sacrificio y honor a Cristo y sus doce apóstoles (Bartolomé de las Casas, 822, tomo 1)
Cuadro de texto: Grabado de Teodoro del Brey. Los eyeris (tainos) que no recogían suficiente oro para Cristóbal Colon, la iglesia y España, sufrían la amputación de sus manos. Los cerros en el fondo están cubiertos de los cuerpos humanos una pequeña parte de los 300,000,000 que fueron asesinado en el nombre de Cristo. Estos grabados fueron elaborados por Teodoro del Brey usando la narración de los cronistas. 
Cuadro de texto: Grabado de Teodoro del Brey 1527 - 1598. En este grabado él representa a un español tomando un niño no bautizado de una madre taina, lo parte por el medio con un sable y se lo daba a los mastines o perros para alimentarlos. Mientras de fondo aparece una india ahorcada donde ahorcó su niño por las horribles persecuciones y maltratos a los tainos mientras un cura le aplica sagrados olios al niño ahorcado que los perros le devoran las piernas. Estos perros llegaron a ser tan diestros y tan feroces que apenas veían un indio y lo destrozaban en un momento y se lo comían como si fuera el cadáver de un puerco (Bartolomé de las Casa, 1822, Tomo 1)

             Cuando Nicolás de Ovando llegó a la isla de la Española, (Santo Domingo) en 1501, se encontró con que la población nativa se hallaba en estado de rebelión. Dicha rebelión fue suprimida a través de una serie de campañas sangrientas. Así, en 1504 ordenó ahorcar a la princesa taína arawaca, Anacaona. Una serie de epidemias redujeron la población de la Hispaniola: cuando Cristóbal Colón llegó a aquella isla, en 1492, la población nativa era estimada en casi 500.000 habitantes pero sin embargo, de acuerdo al censo tomado en 1507, los nativos habían sido reducidos a tan sólo 60.000 habitantes.

             Ovando También desarrolló la industria minera. Introdujo también el cultivo de la caña de azúcar, con plantas importadas de las Islas Canarias. Los colonizadores no sólo estuvieron interesados en utilizar a la población nativa como servidumbre, sino también para extraer el oro de las minas.

             Nicolás de Ovando importó por primera vez esclavos africanos en La Hispaniola, a partir de 1502 ya que según las leyes de entonces los indígenas americanos no podían ser tratados como esclavos. Muchos de los miembros de la élite española solicitaron grupos de esclavos para trabajar como sirvientes en sus casas particulares. La mayoría de estos esclavos fueron enviados para trabajar en los campos de caña de azúcar.

Fray
Nicolás
de
OvandoNº 209ABRIL - 2011