situación mucho peor tras el contacto, a menudo muertos.

¿Por qué se ven amenazados?

Los foráneos quieren su tierra o sus recursos, para madera, minería, construcción de presas o carreteras, ranchos de ganado, colonias, etc. El contacto suele ser violento y hostil, pero las principales causas de muerte son a menudo las enfermedades comunes (gripe, sarampión, etc.), frente a las que los indígenas aislados no tienen inmunidad y que a menudo son mortales.

¿Qué necesitan?

Que se protejan sus tierras.

Pero no podemos dejarles así para siempre. Si la alternativa es su destrucción, ¿por qué no? ¿Quién debe tomar la decisión: nosotros o ellos? Si un pueblo decide establecer contacto con la sociedad mayoritaria, encontrará el modo de hacerlo. Si pensamos que son seres humanos, entonces les corresponden derechos humanos. El problema es que la creencia de que son primitivos e incapaces de decidir por sí mismos aún está muy extendida.

¿Por qué es importante que se les permita sobrevivir?

Primero, aunque son pocos, son los pueblos más vulnerables del planeta. Si nos importan algo los derechos humanos, entonces deberíamos preocuparnos por los que corren mayor peligro.

Segundo, sus lenguas, su conocimiento de las plantas y de los animales en su medio ambiente (incluyendo las plantas medicinales) y su visión de la vida son únicos. Saben cosas que nosotros desconocemos. Tercero, como los “más diferentes”, aportan muchísimo a la diversidad de la vida humana. Si la diversidad es importante en cualquier ámbito, este tipo debe estar entre los más valiosos.

¿No se trata de romanticismo idealista?

Se trata de defender los derechos de los pueblos indígenas a decidir por sí mismos, en vez de ser destruidos a manos de una sociedad invasora. Nadie piensa que sea “romántico” oponerse al colonialismo, la esclavitud, el apartheid, etc.

Cuadro de texto: Ya sólo sobreviven cinco akuntsu. Cuando mueran, este pueblo indígena se habrá extinguido. © Fiona Watson/Survival
PUEBLOS INDÍGENAS EN VENEZUELA

Los aborígenes en la época del descubrimiento de América eran una población escasa y dispersa. Estos grupos habitaban en las zonas montañosa, los Llanos y Guayana. Los indígenas se organizaban en tribus independientes unas de otras, sin mantener una unidad social ni política, es decir, no poseían una uniformidad cultural, por lo cual, algunas de estas tribus se dedicaban a la pesca, a la caza y recolección de frutos, es decir, eran nómadas; mientras otras obtenían su alimento gracias a la agricultura, ya que se habían establecido en una zona determinada del país.

Familias indígenas venezolanas.

Se destacan básicamente tres familias entre los aborígenes de Venezuela:

LOS ARAWACOS

Se ubicaron en la región sur y norte-occidental de Venezuela, en donde se destacan las tribus de Baniba, Guaipunabis y Caberres en el sur (Guayana); los Caquetíos desde las costas de Falcón hasta los Llanos occidentales y por último, los Guajiros en la península Guajira.

Cuadro de texto:  Este grupo ocupó la región montañosa del norte del país, la cual comprende desde el golfo de Paria hasta Yaracuy, así como los alrededores del Lago de Maracaibo y parte de Guayana. Este fue el último grupo que se estableció en Venezuela, llegando presumiblemente por el sur y el oriente, arrastrando así a los Arawacos hacia el oeste. Las tribus que más se detacaron fueron: Pariagotos, Chaimas, Cumanagotos, Palenques, Píritus, Mariches, Tamanacos, Caracas, Teques, Quiriquires, Ciparicotos, Bobures, Pemones y Motilones.
LOS CARIBES

Estas tribus se asentaron en la región occidental del país, ocupando, a diferencia de los Caribes y Arawacos, la región de los Andes Merideños. Las más importantes fueron: Timotos, Mucuchíes, Cuicas, Migures y Mucuñuques.

LOS TIMOTO-CUICAS

Población indígena del siglo XV

 

¦ 1.- Guajiros, Onotos, Motilones, Pemones.

¦ 2.- Bobures, Quiriquires, Timotes, Mucuchies, Migures, Cuicas.

¦ 3.- Caquetios, Gayones, Ciparicotos, Jirajaras, Cuibas.

¦ 4.- Guamonteyes, Betoyes, Otomacos, Yaruros, Taparitas, Guahibos, Guamos, Achaguas, Chiricoas.

¦ 5.- Caracas, Mariches, Teques, Palenques, Tamanacos.

¦ 6.- Guaiqueries, Cumanagotos, Píritus, Pariagotos, Chaimas.

¦ 7.- Guaraunos, Guapaunos.

 

             Alrededor del 1% de la población de Venezuela pertenece a grupos aborígenes que mantienen su cultura propia, radicalmente diferente a la cultura legada por el período de colonización española. Algunos de estos grupos viven también en Brasil o Colombia.

 

             Estos grupos son: Akawayo, Añu, Arawak del Norte, Barí, Eñepa, Guajibo, Jodi, Kariña, Mapoyo, Pemón, Piaroa, Puinave, Pume, Sáliba, Sape, Uruak, Warao, Wayúu, Yanomami, Yavarana, Yekuana, Yeral, Yukpa y los Arawak del Sur (Kurripako, Warekena, Banivá).

 

Grupos lingüísticos

             Existen varias grandes familias lingüísticas en Venezuela: La Caribe-tamanaca, que comprende las [lengua caribe, con sus dialectos, chayma, cumanagoto, tamanaco, aravaca, guaraúno, goajiro, etc. La Sáliba, que comprende las de los atures y piaroas. La Guajibo. La Maypure, que comprende las pareni, maypure, achagua, muysca y arawak. La Puinave-Makú que comprende a puinaves y jodi. Y la lengua de los yaruros que pertenece a la familia Yarura-betoy.

 

Situación actual

La situación de muchos indígenas es dramática, en una pobreza extrema y una alta mortalidad, parecen destinar a la desaparición de varias etnias, en especial las del amazonas por la interferencia del hombre blanco. Muchos grupos se han asimilado a la población mestiza como los Wayúu integrados parcialmente en el sistema social, pero conservando su condición de miseria.

  Muchos saben español para poderse comunicar con los blancos y mestizos, así como con tribus si hablasen distintos idiomas, destinando a la desaparición de los idiomas indígenas.
La constitución de 1999 le ha dado por primera vez derechos a este colectivo, que los aborígenes de las tierras venezolanas, no han puesto en práctica a plenitud debido a la pervivencia de un sistema social clasista heredero de la época colonial española.

             Los indios de Venezuela conservan 27 idiomas que corresponden a los indios llamados Arawak, Caribe, Chibcha y algunos sin clasificar, mal llamados independientes. Esta riqueza idiomática de Venezuela era mucho mayor, pero se ha ido perdiendo poco a poco.

             Queda en el país una treintena de tribus diferentes con formas especiales de vida, desde las armas de guerra hasta los ritos. La indiferencia despreciativa que se ha tenido durante siglos por el indio nos ha ido alejando de él. La expansión criolla lo ha ido arrinconando para quitarle sus mejores tierras de cultivo y de subsuelo rico en petróleo o minerales. Ante esta invasión, el indio tenía dos posibilidades, huir a lo más intrincado de la selva, en condiciones pésimas de hábitat o dejarse asimilar por el criollo, que aprovecharía su ignorancia de la llamada civilización para convertirlo en su esclavo.

             La tierra entera venezolana está sembrada de rocas afloradas con litoglifos; un mensaje de los indios que todavía no ha sido descifrado. Los más bellos dibujos de los más refinados artistas de nuestro tiempo no llegan a la calidad de esas obras, a punto de desaparecer, destruidas por los vándalos.

 

Los caribes:

 

Ubicación: localizados en la costa de Venezuela, entre Paria y Borburata. También en los alrededores del Lago de Maracaibo y en las márgenes del Orinoco y sus afluentes.

Principales tribus: los cumanagotos y los palenques (en las costas del oriente del país), los caracas (en la costa central), los motilones (Edo. Zulia), los maquitares (Estados Bolívar y Amazonas), los Pemones (Estado Bolívar), etc.

Características Generales: las tribus que formaban el grupo lingüístico Caribe eran guerreras. Sus armas eran el arco y la flecha, ambos de varios tamaños; pero también utilizaban la manaca y el veneno.

Los caribes cultivaban el maíz y la yuca. Cazaban venados, pescaban y recolectaban frutos como complemento para el sustento. Tuvieron un incipiente comercio a base de trueque. Intercambiaban sal, pescado, maíz, joyas y esclavos con otras tribus.

 

Los arawacos:

E Ubicación: localizados en diversas zonas del país: costas de Falcón, estados: Zulia, Lara Y Yaracuy, los llanos y el golfo de Paria; pero se concentraron también desde el sur del Delta del Orinoco, hasta la desembocadura del Amazonas.

E Principales tribus: los caquetíos (costa de Falcón, Lara y Yaracuy), los guajiros (Edo. Zulia), los araucos (Edo. Amazonas).

E Características generales: las tribus del grupo lingüístico arawuaco, tenían distintos grados de cultura. Los occidentales (caquetíos, guajiros) practicaban la agricultura, complementándola con la caza, la pesca y la recolección. Algunas tribus orientales y surorientales, como los araucos, no desarrollaron la agricultura sino que basaron su subsistencia en la caza, la pesca y la recolección.

Los Timoto-Cuicas

E Ubicación: región Andina.

E Principales tribus: timotes, mucuchíes, mocotíes, cuicas, escuques, etc-Características generales: cultivaban: la yuca, la papa, el maíz y la ruba, entre otros. Conocían el sistema de riego para sus siembras, y por eso almacenaban el agua en estanques. Los cultivos se realizaban en partes bajas de las montañas. Elaboraban productos manufacturados como cestas y cerámicas decoradas, usaban el algodón para confeccionar vestidos y mantas. Realizaban un comercio a base de trueque, con otros grupos aborígenes. Intercambiaban productos que ellos tenían (cestos, cerámicas, fibras de algodón, etc.) por otros que escasamente tenían como el maíz, y la sal.

Los yanomami

La luna vivía en el cuerpo de un gran shamán. Cuando éste murió, ella salió a vagar por el cielo, pero regresó a la tierra para comer la ceniza de sus huesos. Cuando la vieron, los parientes del shamán le dispararon flechas, pero las flechas caían a tierra sin hacerle daño. La luna las evadía escondiéndose tras las nubes. Pero al fin una flecha le dio, y empezó a derramar sangre que caía sobre la tierra. De estas gotas de sangre nacieron los yanomami.

De todas las etnias de la Amazonia venezolana, los yanomami son sin duda una de las más estudiadas y conocidas. Yanomami, significa hombre, gente o especie. Quien no sea yanomami es nape, es decir, "extraño, gente de cuidado, gente peligrosa". Con este término califican a los demás indígenas y a los criollos. En 1758, ya se sabía de la existencia de los yanomami en la Sierra Parima y en el Alto Orinoco. Para el momento de los primeros contactos con los europeos, los yanomami se encontraban al parecer en un proceso de crecimiento demográfico y de expansión geográfica, que los había llevado a explorar nuevos territorios, como las riberas del Orinoco, el Padamo y el Mavaca. Pero en las zonas norte y oeste de su territorio, los yanomami chocaron con los Ye'kuana, que lograron detener su avance.
Los yanomami que viven en Venezuela habitan entre la Sierra Parima y el Orinoco, particularmente las cuencas de los ríos Ocamo, Manaviche y Mavaca. Otros grupos de esta etnia viven en las zonas aledañas de Brasil.
Al parecer los yanomami se han dedicado a la agricultura de conucos desde hace mucho tiempo, aunque no se sabe a ciencia cierta cuando comenzó esta
práctica.

Fueron persistentemente descritos por los primeros visitantes de la región como "cazadores-recolectores", pero la idea pudo provenir de una visión un tanto romántica que los hacía aparecer como un pueblo desconocido y remoto.

La agricultura es un trabajo fundamentalmente masculino, sobre todo las tareas de limpieza, tala y quema. La siembra y cosecha son actividades practicadas por ambos sexos, al igual que la recolección. Los hombres trepan a los árboles para alcanzar frutos, insectos u otros alimentos, mientras las mujeres recogen y cargan lo recolectado.

En sus conucos, los yanomami cultivan una gran variedad de plátanos y bananos, yuca amarga y dulce y otros tubérculos. El comercio con los ye'kuana los provee de sebucanes y ralladores para procesar la yuca amarga. Siembran también una serie de plantas con propósitos rituales, colorantes y alucinógenos.

Aunque a veces participan las mujeres, caza y pesca son actividades sobre todo masculinas. Los yanomami distinguen dos tipos de cacería: una llamada "rami", con la que aseguran las necesidades diarias de carne, y otra llamada "heniyomou", que realizan todos los varones de la comunidad cuando preparan una gran celebración o quieren agradar a algunos huéspedes especiales.

Cuando el heniyomou se hace por un funeral, la cacería ritual se inicia en las primeras horas de la noche con la entonación de una serie de cantos sencillos y poéticos llamados heri y danzas ejecutadas por adolescentes de ambos sexos. El rito dura varias noches. Los jóvenes improvisan sus cantos en medio de una alegría desbordante de risas y bromas obscenas.

En la celebración del rito mortuorio o reahu se acostumbra, aunque no es imprescindible, el consumo colectivo de las cenizas de los muertos, previamente molidas en un mortero funerario. Mientras las mujeres lloran, los hombres, parientes y amigos del difunto, se colocan en círculo para tomar una sopa de plátano en la que se han mezclado las cenizas. Si el difunto ha sido muerto a manos de un enemigo, los hombres claman venganza. Durante las ceremonias es frecuente el consumo ritual de tabaco y yopo. Así entran en contacto con el mundo sobrenatural y curan enfermedades. Los yanomami viven desnudos. Los hombres se atan el prepucio con un cordón de algodón que rodea la cintura, para mantener el pene alzado y adherido al vientre. Más como prenda decorativa que de vestir, las jóvenes utilizan guayucos de algodón.

Hombres y mujeres se cortan el pelo negro y lacio en forma redondeada y se tonsuran. Acostumbran a pintarse el cuerpo con una serie de colorantes. Para obtener el color rojo usan principalmente onoto, mientras que para el morado mezclan onoto con una resina llamada caraña. En las expediciones guerreras, los hombres se pintan de negro humo, color que simboliza la noche y la muerte. Cuando una mujer está de luto deja de pintarse de rojo, y usa pintura negra sobre los pómulos durante un año. Para algunas fiestas se untan la piel de arcilla blanca.

Los hombres se adornan con brazaletes multicolores confeccionados con el plumaje de algunos pájaros, como el tucán, el paují, el gavilán y el loro. Se suelen hacer agujeros en los lóbulos de las orejas para ponerse trozos de caña verada, plumas y flores. También se perforan el tabique nasal y la comisura de los labios y se colocan finos palillos de bambú. Los adornos femeninos son de mayor sutileza, hechos con cogollos de palmeras, flores o manojos de hojas perfumadas que introducen en cilindros vegetales colocados en los agujeros de las orejas. Hilan algodón en usos rudimentarios. Tejen chinchorros de algodón en rústicos bastidores hechos con palos clavados en el suelo. Durante los viajes en la selva, usan fibra descortezada de bejuco mamure para hacerse un chinchorro, el marakami-toki, que después se desecha.

La cestería es realizada por las mujeres, que tejen guaturas, guapas y manares con bejuco mamure descortezado. El tejido de la guatura, principal cesta de carga, suele ser un trenzado muy tupido.  A pesar de que en el pasado la alfarería fue una actividad importante en la cultura yanomami, ha desaparecido casi por completo. Sólo en muy pocas comunidades se fabrica aún con arcilla blanca la típica hapoka, olla en forma de campana, sin ningún tipo de decoración, asas o patas.

Mapa de VenezuelaNiños/as Yanomamis en el
Estado Amazonas, Venezuela
Nº 209ABRIL - 2011