4)Bolivia, 1978: huelga de hambre masiva.

 

El dictador Banzer…-más tarde fue el Presidente Banzer...- quiere preparar elecciones "democráticas" para mejorar la imagen de su país.

Anuncia, el 21 de diciembre de 1977, una medida de amnistía que excluye a cientos de dirigentes. El 28 de diciembre, 25 mujeres del sindicato de las madres de mineros encarcelados o exiliados inician, con sus niños, una huelga de hambre ilimitada. Piden que la amnistía sea total para los exiliados políticos y se instalan en los locales del Arzobispado de La Paz. El 31 de diciembre, son más de 80 mujeres, divididas entre 4 iglesias. El 2 de enero empieza la campaña electoral.

El 6, 19 mineros encarcelados empiezan a su vez una huelga de hambre. El ministro del Interior habla de "conspiración" y anuncia sanciones, pero los mineros anuncian un paro general en apoyo a los huelguistas. El 11, 58 mil mineros paran. El 15, ya hay 1.120 huelguistas de hambre (incluyendo 400 estudiantes), repartidos en 23 grupos diferentes.

Ya se empiezan a notar grietas en la unidad del poder. El 16, parte del aparato sindical que apoya a Banzer paraliza La Paz en apoyo al gobierno militar y el 17, otro paro de los mineros. En París, un grupo de bolivianos y franceses ayunan 48 horas, y huelgas de hambre empiezan en Suecia, México, Bélgica... Banzer anuncia una amnistía general, pero el ejército detiene a 120 huelguistas de varias iglesias y un joven es asesinado durante una manifestación de apoyo a la huelga. El 19 de enero, un acuerdo interviene entre el ministro del Interior y los huelguistas de hambre, representados por el ex-presidente y con participación del arzobispado que pactaron: - amnistía general - reintegración a sus puestos de los mineros despedidos - garantías de seguridad a los huelguistas y liberación inmediata de los recién detenidos.

El 25, el gobierno anuncia que la COB (Central de Obreros Bolivianos, prohibida desde 1974) puede reconstituirse. Se trata de una victoria total para los huelguistas. Otra repercusión positiva es la declaración del Comité Episcopal del 29 de enero, que declara defender los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, apoyar de preferencia a los más débiles y más marginalizados y llama a elecciones verdaderamente democráticas, libres y limpias. El Comité toma así posición contra el gobierno.

Las elecciones de julio fueron... fraudulentas, ganando el candidato de Banzer. Fueron anuladas y... llegó otro golpe de Estado...

La huelga de hambre: ¿un sacrificio,

un suicidio, un chantaje?

             A menudo se asimila la huelga de hambre a un "sacrificio", con las connotaciones religiosas que conlleva esta palabra. Además, Gandhi o Chávez nunca escondieron su religiosidad. Sin embargo, el sacrificio en la historia de los ritos religiosos es siempre el sacrificio de "otro", no de uno mismo. La huelga de hambre no es un suicidio tampoco. El suicidio es el hecho de darse la muerte, mientras la huelga de hambre es dejar a otros la responsabilidad de dejarme morir o no. Otra diferencia con el suicidio es el tiempo, elemento decisivo en un combate. Permite a cada uno organizarse, evaluar los riesgos, modificar actitudes.

             El suicidio es un acto breve e irreversible mientras la huelga de hambre permite una presión graduada, y que suele ser un recurso último, después de haber usado muchos otros medios de lucha noviolenta. El adversario ya tiene todos los elementos de información para tomar una decisión. La falta de preparación, el error de análisis en la evaluación de las fuerzas, exigencias que el adversario no podrá aceptar, nunca pueden tener un carácter suicidario, pero no la huelga en sí. Y estadísticamente hablando, es más suicida manejar un auto que hacer una huelga de hambre... En cuanto a la cuestión del chantaje,  cuando el objetivo de una huelga de hambre es alertar a la opinión pública para movilizarla por una causa de interés general, se trata de una acción política. El chantaje es una acción donde uno intenta imponer SU voluntad ejerciendo una presión de orden psicológico intensa sobre otro. La huelga de hambre debe pues convencer que el objetivo es de interés general, no privado; el objetivo debe ser muy claro, sin ambigüedades, y tener que ver con una realidad concreta y estar respaldado por una legitimidad popular. Es importante que este objetivo haga reflexionar, y esté referenciado en valores simples e inteligibles por tod@s, como p.e. la paz, la justicia, la democracia,...

             Pero claro, en la lucha noviolenta activa, no se trata tanto de "tocar al corazón", a los sentimientos de los oponentes, sino de establecer una relación de fuerza capaz de establecer la justicia -y preservarla-, dentro del marco de un conflicto bien determinado. La huelga de hambre ejerce una fuerza sobre el oponente, pero no para aplastarlo, como seria con la acción violenta, sino dejándole una salida "honorable": cumplir con las exigencias de los huelguistas de hambre no es considerado como una debilidad por la opinión pública.

             En todo caso, para evaluar la eficacia de una huelga de hambre es necesario analizar sus efectos sobre el adversario, y en su caso sobre el Estado, potencia represiva que tiene el monopolio de la violencia "legítima" gracias a la Ley, y cuya existencia y fuerza depende del consenso popular; se nutre de la cooperación de muchos, y de la pasividad de la mayoría, que al aceptar o sufrir en silencio tal o tal Ley o Decreto colabora con el Estado...

             Obviamente, quienes hacen una huelga de hambre dejan de colaborar con el Estado, ya que le quitan su "derecho" de vida y muerte sobre las personas...

             La huelga de hambre busca, como otras acciones directas noviolentas, "sensibilizar" la opinión pública para que ésta rompa su colaboración pasiva. En cuanto a la fuerza que puede representar la opinión pública, no depende solo de la cantidad: la diversidad es muy importante también, es necesario poder sensibilizar a los más diversos sectores de la sociedad. Esta sensibilización proviene primero del choque psicológico sobre la opinión pública: dejar de comer no es "normal". Otro choque, en el caso de una huelga de hambre ilimitada es el riesgo de muerte.

             El ayuno o la huelga de hambre provoca una separación entre la opinión pública y el Estado. Puede llegar a abrir brechas en su mismo seno, lo que lo debilitará poco a poco.

             Para terminar, la huelga de hambre se fundamenta en lo ético y en profundas convicciones y motivaciones, las cuales harán o no mover la opinión pública. Uno no se lanza en una huelga de hambre sin tener estas motivaciones profundas.

La Carpa Blanca y su lucha noviolenta.

 

Panorama y nacimiento.

El panorama político y económico de la Argentina en el momento en que se decidió colocar la Carpa estaba bajo el comando del Presidente Carlos Saúl Menem. Era el segundo mandato del presidente y los sueldos cada vez alcanzaban para menos a pesar que los políticos decían que no había inflación.

En sí los maestros nunca fueron de ganar mucho dinero pero ya era insoportable. Un maestro podía ganar cerca de 300 pesos, cuando la canasta familiar rondaba los $1000.

La idea de la Carpa y el ayuno nacieron en el sur, donde el frío se hace sentir. La irrespetuosa locura de pedir dignidad en los salarios de un modo noviolento nació en Viedma, Río Negro, y fue a mediados de marzo de 1997. La situación en el resto del país tampoco era prometedora; había provincias que no habían empezado las clases y muchos maestros estaban de paro por tiempo indeterminado. Según algunos maestros, venían soportando descuentos en sus sueldos desde noviembre de 1995. La idea de la carpa era seductora porque estaría integrada por grupos rotantes y de esta manera los chicos no perderían más días de clase.

El Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA) estuvo de acuerdo y consiguió la carpa. Nuestra sociedad se ha caracterizado por, mientras unos reclaman cortando una calle o avenida, otro grupo se queja del "caos" en el transito. El gran logro de la Carpa fue que antes la sociedad que quería participar escuchaba los reclamos pero no tenía muchas posibilidades de formar parte de ellos, por razones de trabajo muchas veces, porque una manifestación se da un día a un horario. Con la idea de la Carpa, estarían 24 horas reclamando justicia, o dignidad, tal vez sea lo mismo.

Con la estructura blanca ya sembrada frente al Congreso muchos pudieron canalizar su necesidad de aportar su granito de arena visitándola.

El significado que tuvo para la sociedad esa carpa no fue sólo el reclamo por una mejora salarial por parte de los docentes, sino una oposición de los maestros y gran parte de la sociedad a la política educativa del periodo Menem.

La idea nació de Hugo Yasky por cansancio de todos los maestros, los sindicatos cada vez que hablaban pintaban un paisaje rosa y en caso de tocar un tema difícil aseguraban que ya se iba a solucionar. Yasky había tenido la oportunidad de conocer el modo de lucha de gremios docentes en Latinoamérica como Ecuador, Bolivia y Venezuela. Yasky le comentó la idea del ayuno a Marta Maffei, la conductora en ese momento de Carpa, quien en 1992 ya había realizado un ayuno en Neuquén. Gracias a esa medida habían conseguido una recomposición salarial de 500 pesos totalmente blanqueados.

Maffei aseguró que era una lucha que tenía más de sacrificado y de ético que de político. Lo cual no es necesariamente así. Según José Ingenieros existen dos tipos de idealistas. En uno predomina el sentimiento, en donde la imaginación no es inhibida por la crítica y en donde los ideales viven de sentimiento. El otro idealismo es experimental. La crítica coordina la imaginación. La lucha se torna reflexiva y serena. Este modo de lucha, el de la carpa, fue estoico, como lo son todas las luchas noviolentas.

El idealismo, defendiendo una causa, no puede doblar la realidad pero lo defiende de ella. Intenta salvarlo de toda mengua o envilecimiento.

Lo rico de la Carpa fue que tuvo espacio y momentos para la reflexión. Así fue como se acercaron a opinar escritores, filósofos, políticos, mecánicos, taxistas, alumnos, etc. Fue, podría decirse, una carpa ecuménica.

 

La Carpa de la Dignidad.

Noviolencia, Poder, Fortalecimiento Social y la Carpa Blanca.

Como lo escribió J.M. Pasquini Duran, "los maestros...,sin violencias, con imaginación y entereza, instalaron nuevos métodos para la lucha gremial" "...y salieron más completos como ciudadanos...recuperaron el buen sentido de la política y atisbaron la trama compleja de las relaciones entre el poder y la sociedad".

Porque creemos que la lucha noviolenta tiene una relación directa con el fortalecimiento social (en inglés, la palabra es "social empowerment", que contiene la palabra "power", es decir "poder", y una traducción más directa, pero poca castellana, sería "empoderamiento social"), pasamos a analizar aspectos de la lucha de los docentes en relación con la teoría y práctica de la lucha noviolenta activa, basándonos en parte sobre un trabajo del grupo alemán "Patchwork" (Editado por Julia Kraft, proyecto de la IRG (Internacional de Resistentes a la Guerra) de Noviolencia y Fortalecimiento Social)

Los seres humanos que se sienten sin poder obedecen, se someten o se conforman con lo que tienen durante mucho tiempo.

Los procesos de fortalecimiento suelen empezar por una crisis, una situación en la que hay un freno en la vida diaria que se experimenta emocionalmente. En estas situaciones la gente se da cuenta de que algo tiene que cambiar. En el caso que estudiamos, la crisis fue muy larga, pero podemos recordar que al momento de instalar la Carpa Blanca, el 2 de abril de 1997,

varias provincias del país sufrían recortes salariales, retraso en el cobro, pago en bonos, etc., es decir una situación cada día más intolerable.

El fortalecimiento social es un proceso en el cual la gente se vuelve hacia su propio poder, el poder de moldear su propia vida e influir en el curso de los acontecimientos a su alrededor. Comienzan por practicar su poder frente a la opresión, la injusticia y la exclusión; lo ejercitan con la participación en un movimiento social, sindical, organización de derechos humanos... El poder al que nos referimos no es un "poder-sobre", es decir un "poder-dominación", sino el poder de ser y hacer, "poder-con" otros y otras a fin de cambiar una situación de opresión.

Fortalecimiento significa adquirir mayor determinación y control sobre nuestras propias vidas y sobre el contexto de nuestras vidas. La gente se libera de forma colectiva de una posición de impotencia. Es preciso cambiar la distribución estructuralmente desequilibrada de poder e influencia en la sociedad. En los procesos de fortalecimiento, la persona desarrolla una conciencia crítica acerca de las estructuras sociales de desigual distribución de bienes y oportunidades de vida y un conocimiento analítico sobre qué y cómo la realidad social puede cambiarse.

El fortalecimiento social no es simplemente despertar en la gente el sentido de sus capacidades, sino de nutrir la participación en el moldeado de su propia vida y sociedad.

Observamos tres niveles en los que el proceso de fortalecimiento social trabaja en una variedad de situaciones:

C el personal: poder "dentro de"

C el colectivo/grupo: "poder con"

C el social: poder en relación con ciertos fines, y poder contra ciertas fuerzas sociales

¿Cómo se conectan los niveles? ¿Qué es lo que produce un movimiento personal de escape del fatalismo y la resignación para crecer hasta formar un grupo activo e incluso un movimiento para el cambio social?

¿Cómo hacen los grupos para ensanchar los límites de lo que la gente cree que es posible? ¿Cómo inspiran los movimientos a la gente para que vean qué cambios pueden hacer ellos y ellas personalmente?

Los niveles no están distanciados. El poder personal a menudo procede de un sentido de conexión o militancia en un grupo de gente con las mismas ideas, como ser integrante activo de un sindicato de docentes. Es un primer paso esencial para desarrollar un fortalecimiento social.. Se debe interrumpir el ciclo de comportamiento de "víctima" de la dominación, de resignación frente al modelo impuesto, a fin de vivir su propia vida.

El nivel de grupo puede ser un proceso de mutuo apoyo donde la gente se una para llevar a cabo acciones contra las causas de la violencia estructural.

En el contexto de una campaña para cambiar la política social, el nivel personal implica el encontrar la motivación para actuar sobre lo que uno o una siente que está mal.

El nivel de grupo implica unirse con otros/otras para cambiar la cultura social e intensificar el fortalecimiento de la ciudadanía (personas y grupos aprendiendo de su propio poder "para ser" y "para hacer").

El nivel social implica adoptar estrategias que tendrán un impacto en ciertas decisiones sociales.

 

Nº 195ENERO - 2010