Nº 185FEBRERO - 2009

ALI FOUDAMA y NICOLÁS ABBA

(dos hermanos que

viven en la montaña)

  La familia de Alí y Nicolás vive en verdaderas condiciones de miseria. Su padre es polígamo y tiene tres mujeres. En total en la familia son 20 hijos. Ellos habitan la montaña de Vourkazá, un lugar de acceso difícil, donde las rocas dejan muy poco espacio cultivable, los terrenos son pobres y la falta de agua, principalmente desde febrero de 2007, hace que la pobreza sea el común denominador de todas las familias que la pueblan. Pocas son las familias de esta montaña que están en posibilidad de ayudar en algo a los gastos escolares de los hijos, ninguna lo podría hacer en un Instituto privado.

 

Estas condiciones de vida tan dura sólo podrán cambiar cuando los jóvenes tomen conciencia de su realidad y opten y se comprometan en cambios serios de su estilo tradicional de vida.

 

Para lograr estos cambios es indispensable la formación escolar, por eso que AHIMSA les brinda la gran oportunidad a Alí y a su hermano Nicolás desde que comenzaron su bachillerato y ellos la está aprovechando muy bien.

Alí tiene 18 años y se encuentra entre los alumnos más avanzados que nuestro programa de formación apoya en el poblado de Zhéléved. Actualmente está realizando su sexto año de bachillerato y esperamos, que cuando nos llegue el próximo informe, nos comuniquen que ya pasó su examen de BAC.

 

Nicolás es hermano menor de Alí, tiene 16 años y cursa el cuarto año de bachiller. Nuestro programa le está ayudando desde que comenzó el bachillerato. Su rendimiento  académico es muy alto, siempre se encuentra entre los mejores de su clase, y esto desde que comenzó sus estudios hace cuatro años, al igual que su hermano tiene un buen comportamiento y es disciplinado.

 

Nicolás ha sido ayudado por nuestro programa inclusive en una buena parte de sus gastos de alimentación al igual que la mayoría de los alumnos que están en el proyecto, ya que todos son de familias de escasos recursos que no poseen suficiente grano para sostener a todos los miembros de la familia durante todo el año.

 

Junto a su hermano y a los otros alumnos del proyecto, Nicolás es uno de los primeros jóvenes de la montaña de Vourkazá  a decidirse a continuar estudios de bachillerato a pesar de las difíciles condiciones del medio y de la pobreza de la familia.

 

Estamos muy contentos con los resultados de estos dos hermanos, les hemos brindado toda la ayuda que hemos podido y da gran satisfacción ver como responden positivamente.

JOSEPH MATAKON

             Joseph, de dieciséis años, estudiante de tercer año de bachillerato, es el segundo de una familia de siete hijos: tres varones y cuatro mujeres. Su hermano mayor está ya casado y no vive en el poblado con la familia. Sus otras hermanas son pequeñas y están en la escuela primaria.

 

             Sus padres son de edad avanzada, ellos están de acuerdo con la formación escolar de sus hijos, pero no tienen los medios para garantizarla. En ausencia del hermano mayor, y siendo Joseph el mayor de los hijos, le toca trabajar duro  en los terrenos de su padre. Gracias al nuevo Instituto de Ouzal, (construido por AHIMSA) no tiene que desplazarse lejos y puede estudiar y hacerse cargo del cuidado de la familia al mismo tiempo.

 

             Es un muchacho bastante callado pero con mucha capacidad y está sacando muy buenas notas a pesar de haber tenido que asumir la gran responsabilidad de su familia.

SALOMÓN GUEDJEO

La familia de Salomón, es como la mayoría de las familias. Su padre es polígamo, tiene dos mujeres. Ellos son 11 hermanos y él es uno de los mayores. Su padre es comerciante, y trata de conseguir algo para sostener la difícil situación de su hogar.

 

             Toda la formación secundaria de Salomón ha sido posible gracias al apoyo que le hemos brindado. La situación de pobreza afecta seriamente los estudios de este joven, que en varias ocasiones ha tomado la decisión de abandonar sus estudios.

 

Salomón de 18 años terminó su bachiller el curso pasado y estamos esperando su informe del curso 2008-2009 para saber si continúa sus estudios y si es así, qué ha elegido.

 

Por el bien de su familia, en particular de sus hermanos menores, nosotros pensamos que sería muy bueno que Salomón terminara sus estudios ya que sus notas han sido siempre buenas al igual que su comportamiento. Este joven es bastante inteligente, lleno de interesantes ideas y de iniciativas. Desde hace ya tres años está interesado en desarrollar en el poblado de Zhéléved un vivero para motivar a sus pobladores a la reforestación como un medio de mejorar los terrenos y de luchar contra la erosión.

 

Sin duda que en el futuro, si Salomón continúa sus estudios, será un líder comunitario que aportará mucho a su poblado. Esto será en gran parte posible gracias a nuestro proyecto, pues sin él, Salomón nunca hubiera tenido una oportunidad para realizar sus estudios secundarios.

AIMÉ SIMÓN

NDOKORDI

Aimé es un joven de 17 años que desde la escuela primaria se le viene brindando ayuda para que pueda adelantar normalmente en sus estudios. Él no cuenta ni con el apoyo de su madre ni con el de su padre; ellos se separaron desde hace ya varios años y lo enviaron a vivir con sus abuelos, quienes poco hicieron por ayudarle en el pago de sus estudios.

 

Actualmente vive con un tío materno en la ciudad de Maroua en donde pudo comenzar sus estudios de secundaria. En el curso 2003-2004 le vinculamos a nuestro programa pues es el único apoyo con el que Aimé cuenta para poder avanzar en sus estudios.

 

Este joven es un chico excepcional: a la  edad de doce años hablaba ya tres lenguas, se distinguía en la escuela por ser siempre uno de los mejores estudiantes y en su comunidad de origen era conocido por su habilidad e inteligencia.

 

Él ha recibido ayuda para pagar los gastos del colegio Jacques Bernon donde estudia,  para comprar sus cuadernos, para su salud y para ropa. Durante el curso 2005-2006 a causa de un accidente, tuvo una seria caída y fue hospitalizado durante cuatro días, en el mes de mayo. Recibió el tratamiento necesario y se recuperó completamente.

 

Sus resultados, en ese curso  siendo buenos podrían haber sido mejores, él lo sabía y las personas que llevan allá el programa no dejaban de repetírselo pero comprendíamos que era muy difícil: los problemas familiares de Aimé son grandes, su padre no lo quiere, su madre dejó la familia y formó otro hogar, sus abuelos no le dan apoyo para estudiar, no puede contar con el apoyo firme de nadie de su familia.

 

A pesar de todo él ha sido valiente, ha escuchado lo que se le decía y ha sabido aprovechar la oportunidad que nuestro programa le ha ofrecido para que se forme académicamente. Durante el curso pasado sacó su quinto año de bachillerato, mejoró notablemente, recibió alguna ayuda de su familia para alimentación y nuestro programa le ayudó con el resto, incluyendo algunos gastos de salud. Esfuerzo bien pagado: Aimé no sólo trabajó bien académicamente, sino que dejó muy buenas impresiones entre sus formadores por su responsabilidad y seriedad. Este curso está haciendo sexto y por la grave situación de su familia, y por la manera como responde esperamos poder seguir apoyándolo, cuando acabe el bachiller en sus estudios universitarios si el programa de AHIMSA sigue adelante.

NGUELEO GOMBA

             Nació en septiembre de 1993, su padre que se llama Gombá, abandonó el hogar desde hace seis años, dejando a la madre responsable de siete hijos de los cuales Ngueleo es el mayor.

 

             Su madre trabaja la tierra y se las arregla sola para las necesidades de la familia. Ngueleo no puede contar con ella para los gastos de su escuela. Nuestro programa le ayuda desde hace varios años. El año pasado se le ayudó para la compra de una bicicleta para ir a la escuela.

 

             Este año, nuestro programa, además de ayudarle con los gastos escolares le ha ofrecido un tratamiento para sus ojos, pues Ngueleo sufre de un serio problema visual que según los médicos puede dejarlo completamente ciego en algunos años si no se atiende de inmediato.

 

             Ngueleo se encuentra realizando su tercer año de bachillerato. Desde que comenzó la secundaria lo estamos apoyando económicamente. Sus resultados académicos son buenos y vemos que se esfuerza seriamente pues con frecuencia lo encontramos trabajando durante las noches en la sala de estudios de la biblioteca de la misión.

 

             Antes de comenzar el curso escolar le ayudamos económicamente para que fuera al médico en el hospital oftalmológico de Mokog que se encuentra a unos 100 kilómetros de su aldea. Por el momento está bien y esperamos que siga así durante todo el curso.

 

             Como hemos indicado en otros informes, el CES de Mozogó es de muy bajo nivel académico. Nuestra biblioteca escolar, dotada con luz eléctrica solar, permite que los estudiantes trabajen por las tardes-noches con los textos escolares del programa académico lo que ayuda a mejorar el nivel de todos nuestros alumnos que se encuentran estudiando en nuestro CES de Ouzal, o en los CES más cercanos, el de Mozogó se encuentra a 15 kilómetros de la aldea de Ouzal.

NOGTSIBI

 ABRAHAM

             La poligamia como organización familiar es muy común en esta región del Camerún. Abraham forma parte de una de estas familias: su padre tiene tres mujeres y en total son ochos hijos de los que él es el sexto.

             Nadie en su familia se ha preocupado por la formación escolar de los niños. Siendo muy niño Abraham vendía dulces y galletas para conseguirse un poco de dinero, así fue como él mismo se costeó sus estudios primarios. El curso 2003-2004, para costearse su primer año de secundaria sembró un terreno prestado y con el producto se pagó sus gastos de colegio.

             El curso 2004-2005 no tuvo donde sembrar, y sin ningún apoyo económico por parte de su familia, pudo cursar su segundo año de bachillerato gracias a nuestro programa.

             Siendo Abraham un alumno de nivel medio, ganó con gran satisfacción para todos, su examen de BEPC en el cuarto año de bachillerato.

             AHIMSA lo conoció en Julio de 2005, cuando visitamos Ouzal. Estuvimos en su casa, reconocimos la extrema pobreza en la que vive toda su familia y él nos explicó cómo en su tiempo libre y en vacaciones se dedica a ayudar, por las tardes y las noches, a los niños y jóvenes vecinos dándoles cursos de matemáticas, francés y geografía, con el fin de prepararlos para el curso escolar siguiente. El verano de 2005 repitió esta actividad con muy buenos resultados entre sus alumnos. Nos quedamos admirados de las cualidades humanas de este joven, cuando a la pregunta de cómo se valía para dar clase por la noche sin luz eléctrica, el nos respondió que se valía de un candil de petróleo, a esta respuesta le seguimos preguntando, ya que debido a su precaria situación económica, que quién pagaba el petróleo, y nos respondió que él ponía el petróleo y que algunas veces sus alumnos también traían.  El responsable de nuestro programa, el misionero Germán le preguntó, por qué no le había pedido el petróleo a él, Abraham contestó, que primero había que hacer las cosas y que después ya se vería.  Nos quedamos sorprendidos y admirados, pero mayor fue nuestra vergüenza, cuando al despedirnos nos regaló su mejor gallina.

             El hecho de que jóvenes como él hayan comprendido que deben convertirse poco a poco en líderes locales que puedan impulsar actividades a favor de la comunidad, nos llena de satisfacción y hace que le renovemos nuestro apoyo para continuar con su formación académica, así nos lo explicó Germán.

             Siendo uno de los mayores de su familia, y viendo las precarias condiciones de sus padres y sus hermanos, Abraham tomó la resolución de dejar sus estudios para irse a buscar trabajo y ayudar al sostenimiento de los suyos. Nuestro programa no se lo permitió, pues sería una verdadera lástima dejarlo partir en momentos en que está progresando y obteniendo buenos resultados. Decidimos apoyarlo, brindarle lo necesario para sus gastos escolares, y además darle a su familia lo necesario para que no tengan que pasar hambre hasta que Abraham esté de vacaciones y pueda trabajar en el campo.

             Sus resultados académicos son buenos y su comportamiento ejemplar. Es un joven con muy buenas cualidades humanos y muy apreciado en la comunidad.

Desafortunadamente y a pesar de sus buenas capacidades intelectuales, Abraham no pudo ganar su quinto año de bachillerato. Desde el comienzo se mostró reacio a continuar sus estudios, desmotivado y contradictorio. Es una lástima, pues en los años pasados, sin ser brillante fue muy buen alumno.  No sabemos actualmente si su deseo es seguir estudiando. Al parecer ha perdido interés en el estudio y quiere quedarse en el poblado al lado de sus padres. De todas maneras no es una formación en vano, la que ha recibido, pues dada la avanzada edad de su papá es seguro que muy pronto será él el responsable de su familia.