artesanal no solo presentaba la variedad de productos; cada uno de los productos reflejaba la alegría, la esperanza, el cariño, la dedicación, la paciencia con que la gente siembra, cultiva y elabora cada uno de los elementos expuestos en la feria. Así, el grito a la sociedad toda fue:

Esto somos, aquí estamos.

 

“Que Dios les tenga en su Reino queridos y recordados amigos ; sus ideales no han muerto, ya dieron semillas y es que, día a día , la FENOCIN se fortalece mucho más con ese apoyo inclaudicable, con ese apoyo de las organizaciones desde el campo a la ciudad. Mil batallas nos esperan pero vamos a vencer , porque estamos organizados y pronto tendremos el poder”.

 Washington Zamora

 

NUESTRA ORGANIZACIÓN NACE EN LA LUCHA AGRARIA POR LA TIERRA…

 

             Las vivencias que tuvimos desde niños como campesinos, como indígenas, hacen que sigamos en este proceso apoyando, luchando. Nuestra organización es importantísima y ha cumplido un papel histórico fundamental en la lucha social. Ha superado intentos de hacerla desaparecer o dividirla, pero se ha caracterizado por sostener la unidad sobre toda discrepancia. Nacemos en 1968 luego de que la FETAP fue el antecedente orgánico en 1965, a raíz de la primera Ley de Reforma Agraria del 64. En nuestro país, las leyes no se cumplen, de repente quedan en letra muerta; y, por eso, se constituye nuestra organización que nace en la lucha agraria por la tierra, con bases en la Costa y la Sierra, aunque todavía vinculadas a la FEI o a la Iglesia. Es en Quito, el 28 de noviembre de 1968, que nace la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas. Históricamente, la primera organización campesina indígena es la FEI, liderada por Dolores Cacuango y Tránsito Amaguaña, que son las primeras en la lucha por la tierra y la educación intercultural bilingüe.

             En 1972 nace la ECUARUNARI con organizaciones que rompen con la FEI y tienen mucha influencia de la Iglesia. Su propuesta tiene una tendencia más étnica. En 1975, nuestra organización intervención radicaliza sus posiciones, y en el congreso de Porto-viejo supera un intento de división de la democracia cristiana y se define por el socialismo. La FENOC Socialista juntamente con la CEDOC Socialista, toman y defienden el edificio de la calle Flores. La división siempre es compleja, nunca debemos permitir eso. La división siempre destruye la organización, y ésta debilitó y dejó fuera de la legalidad a nuestra organización.

             En 1977, la Federación de Comunas de Cotacachi, organización a la que pertenezco, decidió afiliarse a la FENOC; y, en 1979, con el retorno a la democracia, resolvimos participar electoralmente con el Frente Amplio de Izquierda, logrando algunas autoridades en el país, como un concejal en Imbabura, que fue el primer concejal indígena de toda la provincia, dando un ejemplo de interculturalidad.

             En 1980, el presidente Jaime Roldós lanza la campaña de “Alfabetización en Quichua”, lo que dio inicio a la CONAIE en 1986, con la articulación de ésta a la mencionada campaña.

             Ya en abril de 1989 se recupera la legalidad, perdida en 1975, y se legaliza la participación indígena porque decíamos “no somos solo campesinos somos también indígenas, que vivimos en el campo y tenemos nuestra propia forma de vida, nuestra propia cosmovisión, se debe incluir la palabra indígena”.

Participamos en eventos nacionales e internacionales, como el Encuentro Continental por los 500 Años de Resistencia Indígena, en donde propusimos reconocer la lucha negra y popular. Los etnocentristas indigenistas sostienen que la resistencia es sola-mente de los indígenas, pero nosotros creemos que son de Resistencia Indígena, Negra y Popular. En 1992, unos querían festejar como Encuentro de Dos Mundos o Encuentro de Culturas; pero en representación de FENOCI, como nos denominábamos en ese entonces, denunciamos la conquista y reivindicamos la resistencia popular en América Latina.

             A raíz a de estos encuentros, en 1994 en Lima, se crea la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo con la FENOCIN de forma activa y con firmeza, como fundadora. Luego se constituye La Vía Campesina. Desde ahí la FENOCIN forma parte de la CLOC y es parte de la Vía Campesina a nivel mundial.

             En esas luchas y acciones los afros dijeron: “Hemos participado, hemos tenido héroes, mártires pero no nos reconocen ni en el título”, y tras esa discusiones en el Congreso extraordinario de 1997 en Guayaquil, se decide incluir la “N” en nuestro nombre, que sea totalmente FENOCIN y que sea Confederación por el mismo hecho de que hay federaciones vinculadas a nuestra organización. En febrero de 1998 es reconocida como Confederación y FENOCIN legalmente.

             Éste ha sido un trayecto difícil, varios “compas” murieron en la lucha, mártires que murieron en la lucha por la tierra y los derechos; entre ellos, el compañero afro Mardoqueo León, asesinado por la policía; Rafael Perugachi, asesinado también por un policía; Antonio Nachimba que muere en la movilización de 1994 en Imbabura, defendiendo las tierras comunales que el gobierno de Sixto Durán quería dividir y terminar con la reforma agraria. La Ley de Desarrollo Agrario terminó con la reforma agraria, cediendo el tema de reforma y dando paso al “desarrollo”. Por esto creemos que esa ley nefasta tenemos que cambiar. Hay más compañeros que murieron en la lucha como Alejandro Tacuri, Cristobal Pajuña; el presidente de UCOPEM, compa Molina. Podemos seguir enumerando porque no son los únicos, en la Costa murieron muchos compañeros, que no es fácil, cualquier cosa puede pasar; es difícil pero hay que avanzar, si estamos convencidos, si estamos conscientes, con ese espíritu, con esa alma, con esa sangre para defender la organización.

             Yo, por dirigente de la FENOCIN, fui encarcelado dos veces pero no nos han ganado, nos han dado más fuerza, más ánimo para seguir luchando; y esa sangre de los compañeros, que ofrendaron su vida para crear esta organización, no tenemos que olvidarlos, tenemos que dar mayor fuerza, mayor énfasis.

             Consignas de nuestra organización: Reforma Agraria con control campesino, Tierra para quien la trabaja, Ni una hacienda en el país, Ni un pelo de patrón en el campo, Reforma Agraria Integral, Unidad Campesino-Indígena, Programa Agrario Integral, han sido apropiadas por otras organizaciones y sectores sociales del país. Nuestras propuestas como el de Reforma Agraria Integral no solo tierra, sino agua, comercialización, crédito, vivienda, infra estructura rural son líneas de acción para la Revolución Agraria. Y nuestras acciones han permitido que en la Asamblea Constituyente de 1998 logremos incluir que el Ecuador sea declarado Pluricultural y Multiétnico. Durante varios levantamientos, en los años 90, participamos, tal vez invisibilizados, pero presentes en la batalla, en las calles, en la lucha, en la acción. Así, en esos años, salimos unas 5.000 personas a tomar Otavalo y hacer valer nuestros derechos, y los otavaleños se espantaron. Yo era dirigente local.

             Hemos participado activamente en el convenio 169 de la OIT, en el Congreso Constitutivo de la CLOC.

             Cuando Rafael Correa lanzó su candidatura, estábamos en duda a quién apoyábamos: a él o a Roldós. Éste se decía socialista. Con una decisión de Asamblea se resolvió apoyar a Rafael Correa y se firmó un Acuerdo Patriótico con la FEI y FENACLE. Por eso estamos apoyando este proyecto; habrá dificultades, complicaciones, diferencias, discrepancias, pero, desde mi criterio particular, este Gobierno ha cumplido muchos de los acuerdos: oposición al TLC, trabajar por la integración latinoamericana y la ALBA, reconocer la Soberanía Alimentaria, sacar la base de Manta… eran nuestras consignas de lucha. Así mismo decíamos, presupuesto para el campesino, para la salud, educación. No estuvimos a favor del bono solidario, sin embargo, ese bono, creado por el gobierno de Mahuad, existe y todavía hay que discutir si es conveniente o no. Cuando recién nos formábamos en la lucha social, nos decían que los periódicos, la televisión, eran los enemigos de los cambios, que son ala de la oligarquía, que los dueños son banqueros; y, ahora, este Presidente los enfrenta.

             Debemos hacer un análisis fuerte, duro sobre la conveniencia de continuar apoyando este proyecto político y seguir en este proceso, pero déjenme decir que mi posición es que tal vez este Gobierno, el Presidente, tenga errores en un alto porcentaje, pero muchas de nuestras consignas, de nuestra lucha se están llevando adelante.

             Esta es mi posición como expresidente. Espero seguir aportando en esta organización. Jamás la traicionaré. Si hemos tenido dificultades internas jamás las hemos sacado afuera porque lo principal para nosotros es la organización. Yo he dicho, mi madre es la FENOCIN, por tanto, a cualquier costo la defenderé.

Pedro de la Cruz

Nº 220ABRIL - 2012

             Al conmemorar los 43 años de historia, lucha y rebeldía de nuestra gloriosa FENOCIN, quiero saludar y dar la bienvenida a los compañeros que están representando a las instituciones públicas, a los asambleístas, organizaciones fraternas; gracias por acompañarnos en estos años de lucha y sueños por un Ecuador justo, solidario y socialista. Han pasado 43 años, mucho tiempo. Años de lucha, de movilización y una obstinación constante, luchando y movilizándonos en contra del capital y su ofensiva. ¡De luchar!, como nos recordaba nuestra hermana Guadalupe Larriva, a quien hoy la FENOCIN rinde un profundo homenaje. Muchas de sus acciones y enseñanzas guían nuestros sentidos y convicciones socialistas. Ella nos recordaba, como muchos recordarán en nuestro 37 aniversario, que la FENOCIN tiene una riqueza enorme, y que miremos en los objetivos una fortaleza para enfrentar temas políticos y trascendentales. Su posición clara frente al ALCA, su repudio al TLC, la posición de la FENOCIN con relación al rescate de la Soberanía Alimentaria, Soberanía Económica y Política de un Estado, marcaban un hito sumamente importante en la política nacional; y, en ese encuentro de los 37 años, decía lo que significan casi cuatro décadas de una lucha incesante por cambios y transformaciones con el lema de proteger la Soberanía Alimentaria. Y terminaba diciendo que la FENOCIN es una organización sinónimo de la integración, fortaleza, avances y transformación de nuestro país hacia la búsqueda de aquellos elementos claves del socialismo: la igualdad, la equidad, la justicia y la dignidad. Y decía que han pasado 43 años de obstinación y lucha, esta obstinación que nos ha cobrado caro; varios compañeros dejaron su vida como recuerdo y guía de nuestra propia lucha. Entre ellos, el 13 de julio de 1976, en la comunidad afro-ecuatoriana del Chota, se produce el asesinato de Mardoqueo León a manos de un pelotón de policías; el 2 de noviembre de 1977, fue asesinado a patadas Rafael Perugachi, en Cotacachi; y, hace poco, acabamos de perder a una mujer que entregó su vida en la lucha por la tierra, Edith Rosero. Pero como dice una consigna de la CLOC y la Vía Campesina “por nuestros muertos ni un minuto de silencio, sino toda una vida de lucha”. No quiero detenerme mucho en nuestra historia, pues ya hemos escuchado a nuestros compañeros, no viejos, pero con juventud acumulada y con memoria histórica de la FENOCIN. Lastimosamente, ya nos recordaba Loyda, en la mesa estamos más hombres y los que hemos tenido que hablar somos hombres pero esperamos, más temprano que tarde, una mujer conduzca y guíe a nuestra nueva gloriosa FENOCIN, como un acto de justicia y reconocimiento a las mujeres que, hoy en día, siguen cultivando la esperanza, alimentando la paciencia, incentivando la rebeldía y la crítica y, sobre todo, construyendo la Soberanía Alimentaria y la Revolución Agraria.

43 años

             Al celular del gobernador, Rolando Tálaga, del resguardo indígena de Honduras, municipios de Morales, llegaron mensajes de texto donde no solo a él, sino a otras autoridades indígenas, concejales y pastores evangélicos, los señalan de ser colaboradores de la guerrilla y los amenazan de muerte si no  abandonan el territorio, recordando que esta situación ya le pasó al conductor Julio y al profesor Libardo, quienes fueron asesinados, el primero (Julio) apenas el domingo 12 del presente mes, en el casco urbano municipal y el del segundo (el comunero campesino Libardo Rodallegas) el año pasado en la vereda de San Isidro, en plena contienda electoral.

             Esta situación de amenazas, por medio de mensajes de texto vía celular, ha sido una constante en el municipio, principalmente contra autoridades y líderes indígenas de los resguardos de Agua negra, Chimborazo y Honduras, situación que ha dejado ya varios muertos y muchos compañeros desplazados con sus familias hacia lugares lejanos de su sitio de origen, lo cual está causando, desplazamiento forzado y como lo dice el Auto 004 de la corte Constitucional aumentando el riesgo de que las comunidades indígenas Nasa de esta parte del país sufran la desaparición de su pueblo.

             Como Consejeros de las Autoridades Territoriales Indígenas de la zona occidente, ATIZO, y Consejería mayor del Consejo regional Indígena del Cauca, CRIC, levantamos nuestra voz de repudio y  rechazo contra la continua situación de riesgo vivida por nuestras comunidades indígenas del pueblo Nasa del municipio de Morales por causa de las amenazas, atentados y violaciones al derecho a la vida y al territorio, tal como lo demuestran diversos hechos denunciados con anterioridad tanto por el CRIC como por la Asociación ATIZO. Reclamamos, de las instituciones de control del Estado, iniciar con prontitud acciones de investigación que permitan identificar a los responsables de estas amenazas, las cuales solo contribuyen a profundizar y fomentar la violencia creada por actores externos a nuestros procesos y comunidades. Más lamentable cuando estas amenazas se sustentan en la estrategia gubernamental  de querer involucrar a los pueblos indígenas y en general a la sociedad civil en el conflicto armado colombiano.

             Reiteramos desde aquí la decisión de la Junta directiva Regional de Cabildos indígenas del Cauca, realizada en Jambaló, el pasado 26 y 27 de enero, de acompañar las jornadas de Asamblea permanente que decreten las comunidades que sientan afectados sus derechos, en especial cuando los actores de la guerra estén invadiendo los territorios indígenas.

ASOCIACIÓN DE AUTORIDADES TRADICIONALES  ZONA OCCIDENTE –ATIZO-

CONSEJERÍA MAYOR

CONSEJO REGIONAL INDÍGENA DEL CAUCA –CRIC-

Popayán, Cauca Febrero 15 de 2012

La violencia sexual contra las mujeres indígenas como estrategia de guerra.

“La violencia sexual contra las mujeres es una práctica habitual, extendida, sistemática e invisible en el contexto del conflicto armado colombiano, así como lo son la explotación y el abuso sexuales, por parte de todos los grupos armados ilegales enfrentados y, en algunos casos, por parte de agentes individuales de la Fuerza Pública”.

Corte Constitucional, Corte Constitucional en el Auto 092 de 2008: sección III, 1.1.1.

             Violencia, impunidad. El conflicto armado en Colombia se ensaña con las mujeres indígenas. Para los actores armados de ese conflicto, el uso de la violencia sexual constituye una estrategia de guerra. Las incursiones de ejércitos legales e ilegales a los territorios indígenas son acompañadas por acoso sexual, violaciones sexuales, prostitución forzada, esclavitud sexual y enamoramiento como táctica de cooptación de la población a través de sus mujeres.

             Cuando excepcionalmente estos hechos son investigados, muchas veces las mujeres son inculpadas por las instituciones que investigan, los actores niegan lo ocurrido y existe impunidad en materia de procesos penales para los perpetradores.

             El Estado colombiano ha adquirido innumerables compromisos con la firma de Tratados y Convenios Internacionales y ha recibido múltiples recomendaciones de organismos del Sistema Interamericano y el Sistema Universal de Derechos Humanos. Pero es evidente el incumplimiento sistemático y su omisión e indiferencia frente a las tantas denuncias. Con certeza se puede afirmar que el Estado de Colombia no ha garantizado a las mujeres colombianas, y menos a las indígenas, las condiciones para gozar “una vida libre de violencias”.

COLOMBIANueva amenaza paramilitar contra Autoridades y 
líderes indígenas del Municipio de Morales – Cauca-