Nº 208MARZO - 2011

Entrevista: Nawal al Saadawi, pensadora y escritora egipcia

 

Aprovechando la licencia Creative Commons de dominio libre del diario Diagonal, donde fue publicada esta entrevista.

Joana García Grenzner

 

“El feminismo no es un invento occidental”

 

“Llevo más de 50 años luchando contra este sistema, pero sigo viva y joven. La esperanza es poder”.

 

             El 4 de julio Nawal al Saadawi habló sobre mujeres, creatividad y disidencia en el congreso, Mundos de Mujeres y sembró el auditorio de certezas: “En un sistema patriarcal y capitalista no puede haber democracia. Es inevitable luchar contra él”. Celebró la existencia del Ministerio de Igualdad pero recordó que “no hay igualdad entre sexos si no la hay entre clases y países”. Reclamó justicia social, comercio justo en vez de ayuda y animó a liberar las mentes de velos visibles e invisibles como el maquillaje o la cirugía estética.

 

DIAGONAL: Afirma que la opresión de género y de clase son universales, no exclusivas de los países árabes o islámicos. ¿Cuáles pueden ser las herramientas para erradicarlas ?

 

NAWAL AL SAADAWI : Las mujeres tenemos que organizarnos transnacionalmente. Ir más allá de nuestra nacionalidad y religión y unirnos para ser un poder político que luche contra el sistema patriarcal, de clase y racista. Sin unión no tenemos poder para luchar y por eso perdemos.

 

D.: Uno de sus primeros libros, La cara desnuda de la mujer árabe (1977), habla de violaciones de los derechos sexuales y reproductivos como la ablación o los matrimonios forzados… 31 años después, ¿cuál es la situación de esos derechos ?

 

N.A.S. : Te daré el ejemplo de la mutilación genital femenina: me licencié en Medicina en 1955 y en los ‘60 empecé a escribir en la revista Salud del Ministerio de Sanidad egipcio contra la ablación y todo tipo de abuso contra las mujeres, conectándolo con la situación política, económica a nivel global y local. Alguna gente reaccionó positivamente, pero los poderes religiosos y médicos, hasta el ministro, estaban en contra. En 1972 él mismo cerró la revista y perdí mi puesto. Pero la sociedad empezó a estar en contra de la mutilación genital. Hace dos años, el Ministerio de Sanidad aprobó una ley que la prohíbe. Pero el porcentaje de mujeres circuncidadas ha aumentado, así como el uso del velo. El 97% de las egipcias ha sufrido la ablación, incluso en ciudades como el Cairo. Eso es resultado del neocolonialismo americano y el fundamentalismo religioso, que van de la mano contra las mujeres. El Gobierno es ambivalente: está en contra pero tiene miedo del poder de los extremistas musulmanes y cristianos, porque en Egipto la mutilación la practican ambos, no tiene nada que ver con el Islam.

 

             En un sistema patriarcal y capitalista tan injusto se dan estos fenómenos: mutilación del cuerpo y la mente. Cuando hablo del velo de la mente me refiero a la mutilación mental. No es sólo mutilar el clítoris, también la mente.

 

D. : Ha dicho que George Bush y Bin Laden son gemelos. Teniendo en cuenta que EE UU y otros regímenes occidentales financiaron al fundamentalismo islámico, ¿la base de la opresión es la religión o ésta sirve a otros intereses económicos y políticos ?

 

N.A.S. : La religión es una ideología económica y política. Estudié los tres libros sagrados durante diez años. El Antiguo Testamento es un libro político y económico que habla de la guerra: Israel invadió Palestina basándose en uno de sus versos sobre la tierra prometida. Y en la Torah se dice que Dios dio a Abraham y a su gente la tierra de Palestina con la condición de que circuncidaran a sus hijos. ¿Qué relación hay entre invadir Palestina y cortar la piel de un pene? Lo mismo ocurre en el Nuevo Testamento, el Corán, el Kittah… todos los libros sagrados son políticos, económicos, sexuales y morales… y tienen un doble rasero para los hombres y las mujeres, con lo cual no hay moralidad. Bin Laden y Bush son gemelos porque el neocolonialismo estadounidense necesita la religión para oprimir a la gente. También el ex presidente egipcio Annuar al Saddat trabajó con Reagan y los fundamentalistas.

 

D. : ¿Qué opina del movimiento feminista islámico y otras corrientes de liberación de la mujer dentro de los países musulmanes y árabes ?

 

N.A.S. : Soy muy crítica con las feministas cristianas, judías o musulmanas, porque hay un engaño: reinterpretan los libros sagrados. Le pregunté a una feminista cristiana si creía en la Biblia y me dijo : “Oh, no, la reinterpretamos y Jesucristo era mujer, negra y lesbiana”. Yo le dije: “Eso no es lo que pone en la Biblia, no es cristianismo”. Lo mismo ocurre con las feministas islámicas o la teología de la liberación en Latinoamérica. La mujer es inferior en todos los libros sagrados porque Dios es ‘él’ y apoya a los hombres. Si lo cambiamos no es religión. Estoy de acuerdo en que necesitamos que las mujeres la reinterpreten de forma que haya más igualdad, más amor… pero no me dejo engañar por ella. Soy médica, científica, no tengo ninguna ilusión al respecto. Todas las religiones son clasistas y patriarcales y apoyan el esclavismo porque la mayoría llegaron en la época de la esclavitud y eligieron esos valores, incluyendo la opresión de las mujeres. O la poligamia, por ejemplo. En Egipto un hombre puede tener cuatro mujeres. Millones de mujeres aceptan eso por miedo a Dios. Y la monogamia es obligatoria para ellas, con sólo mirar a otro hombre las asesinan. ¿Cómo obedecer a un Dios que me oprime? Mi abuela me enseñó que Dios es la justicia. No tengo ningún dios hombre en mi vida. Mi conciencia es mi dios.

 

D. : Algunas feministas de países árabes rechazan que su liberación tenga que seguir los mismos pasos que el feminismo occidental. ¿Qué opina al respecto ?

 

N.A.S.: ¿Qué es eso del “feminismo occidental” ? Yo no utilizo los términos occidental u oriental, son muy ambiguos. Las mujeres tampoco están liberadas en Occidente. En la Asociación de Solidaridad de las Mujeres Árabes nos llamamos feministas históricas y socialistas. Históricas, porque nuestro feminismo se inspira en nuestra historia : mi madre fue a la cárcel, mi abuela vivía en el campo y era revolucionaria porque luchaba contra el dominio de los hombres. Me convertí en feminista antes de leer nada en el mundo occidental. El feminismo no es un invento occidental, está en todos los países.

 

             Somos socialistas porque estamos en contra de las clases, del capitalismo, el feudalismo, la esclavitud… todas las desigualdades económicas. Y feministas porque rechazamos el dominio del hombre en la religión, la política, la sexualidad, la familia.

 

D : Afirma que mujeres como Condolezza Rice trabajan para el patriarcado. ¿Las cuotas de paridad, las políticas de igualdad, son suficientes para acabar con la opresión de género y clase?

 

N.A.S : Para nada. Incluso teniendo una primera ministra, como Angela Merkel, que es una mujer con la mente de un hombre de derechas y reaccionario. La igualdad debe ser real, no cuantitativa. Zapatero tiene nueve ministras y ocho ministros. Depende de cómo piensen. Quizá los ocho ministros sean más progresistas, quizá las mujeres. No tiene que ver con cuotas. Está bien que impulsemos a las mujeres a los puestos de toma de decisiones, pero no es suficiente : tenemos que saber qué decisiones van a tomar. Ser mujer no garantiza que una sea progresista.

 

“Tenemos que transformar el lenguaje”

 

D : Usted afirma que la creatividad es luchar por la justicia, la libertad, el amor, la paz y la belleza, y escribir creativamente, situarse al lado de los oprimidos. Pero injusticias como la invasión de Iraq se llevaron a cabo pervirtiendo estas palabras. ¿Cómo contrarrestar este mensaje, si, como dice, el poder económico, político y mediático están en pocas manos ?

 

N.A.S. : Muchas palabras bellas se utilizan para engañar a la gente, ponerle un velo en la mente y explotarla. Una es el amor: no hay amor en el mundo, incluso entre hombres y mujeres, debido a la desigualdad. No puede haberlo entre gente desigual. Por eso el matrimonio es un infierno. La gente feliz no está casada. Yo me he casado tres veces y me arrepiento, prefiero ser libre. Pero no es un problema mío, es del sistema. Egipto fue invadido por los británicos con la bonita excusa de la protección. Los hombres se casan con las mujeres para protegerlas.

 

             Los derechos humanos, la democracia, que es una bellísima palabra que significa libertad, se usaron para invadir Iraq y sus mujeres. Tenemos que ser conscientes de ello y transformar el lenguaje.

PROTESTA. Una mujer luce una bandera egipcia en la que se lee "no al estado de Emergencia". (EFE)

Cuadro de texto: Asma Lamrabet 

Asma Lamrabet, médico marroquí y autora comprometida con la problemática de la mujer en el Islam, es una representante del feminismo islámico, corriente cada vez más extendida entre las mujeres musulmanas. El llamado feminismo islámico se posiciona como una tercera vía, entre el feminismo laico, de influencia occidental y la concepción de la mujer dada por las islamistas. Tal vez sea la corriente más compleja y llena de matices, la que busca un Islam moderno adaptado a los nuevos tiempos. 
Muy brevemente, las bases del feminismo islámico se pueden resumir en los siguientes tres puntos: 

1) Parte de la conciencia de que la mujer ha estado y sigue estando oprimida por su género, y trata de obtener la liberación de esta opresión y desarrollar una sociedad con más igualdad en que mejoren las relaciones entre hombre y mujer. 
2) Sostiene que las interpretaciones islámicas existentes per se, sin ninguna otra vía o medio de pensamiento, son suficientes para defender los derechos de la mujer y consolidarlos.
3) Se basa en el Corán y en los hadices pero argumentan que hay que hacer una nueva lectura de los textos sagrados, lejos de la oficial y tradicional, hecha por hombres en sociedades profundamente patriarcales. Es decir, proponen una relectura, una reinterpretación femenina y feminista de Corán y las tradiciones del profeta Mahoma.

Asma Lamrabet nació en Rabat (Marruecos). Vivió algunos años en Barcelona, donde su marido fue cónsul de Marruecos y ella hizo prácticas de medicina en el Hospital de la Vall d´Hebron. También residió en Canadá donde escribió, en colaboración con otros autores el libro Québécois et musulmans main dans la main pour la paix (ed. Lancôt). Actualmente es una eminente hematóloga en el Hospital Universitario Ibn Sina en su ciudad natal. 
Ha dedicado diversos artículos y libros al tema del Islam y la mujer. Es autora de: Aisha au l´Islam au féminin (Tawhid, 2003), publicado en castellano en 2009, y Le Corán et les femmes: une lecture de libération (2007, traducido al catalán (2009, ed. Abadia Editors). Su afán es reinterpretar las fuentes y las figuras más relevantes del Islam original desde una perspectiva femenina y feminista.
Asma Lamrabet cuenta su evolución personal: “cuando era joven era “bastante rebelde” respecto a un islam “escleroso en el que se permitía la opresión de las mujeres en nombre de la religión”. Asma no era practicante y se alineaba junto a la lucha feminista occidental que se apartaba de la religión. Quince años después lleva el velo y explica que el modelo laico de emancipación de las mujeres ha sido un fracaso en los países musulmanes, en los que se percibe como otra manifestación del colonialismo. “Nos guste o no, el islam es ineludible en nuestras sociedades”.
Por eso está convencida de que una “tercera vía” apoyándose en las referencias culturales musulmanas tiene más posibilidades de mejorar concretamente el destino de las mujeres, en los países musulmanes, que el feminismo de corte occidental, que considera radical, que condena el islam como una religión opresora en sí misma.
Dice Asma Lamrabet: “es necesario destacar, actualmente, la emergencia de una verdadera conciencia femenina musulmana que, aun contestando al orden social tradicional, intenta compaginar el aporte positivo de un universo occidental que es fuente de saber, progreso y derechos con un referente espiritual y cultural revivificado y contextualizado”, en “La problématique de la femme musulmane au centre du dialogue des cultures”. 
Es presidenta de GIERFI (Groupe International d´Etude et de reflexion sur la femme en Islam). Ella lo define como “un grupo de mujeres de orígenes muy diferentes, tanto geográficamente como culturalmente, que quieren promover un pensamiento alternativo sobre la cuestión de las mujeres en el Islam”. Su objetivo es elaborar nuevas reflexiones y estimular ideas para responder a los diferentes desafíos a que se enfrentan las mujeres musulmanas en los debates contemporáneos socio-políticos o religiosos por todo el mundo. 
Si quieres saber más de Asma Lamrabet puedes consultar su página web personal:
 http://www.asma-lamrabet.com y la de la asociación: www.gierfi.com

Las solteras egipcias se organizan frente a la presión social y la marginación

 

Ines Bel Aïba

 

1. • En una sociedad tan conservadora y religiosa, casarse es una obligación y una obsesión

            

             Ante las presiones que soportan las mujeres solteras en su país, donde el matrimonio es una obsesión, una joven egipcia ha decidido dar un paso adelante. Para cambiar la visión "injusta" que Egipto tiene de los solteros y afrontar la dificultad de ser mujer en una sociedad patriarcal, Yomna Mojtar ha creado Solteronas por el Cambio.

             Fue en el inevitable Facebook, convertido en una plataforma para la protesta social en Egipto, donde esta periodista de 27 años lanzó el grupo, que cuenta ya con más de 550 miembros. "La sociedad tiene una visión muy negativa de los solteros. Los presiona fuertemente para que se casen y les margina" si no lo hacen, afirma Mojtar. En un país conservador donde la religión es omnipresente, casarse es una obligación, tanto para los cristianos como para los musulmanes. Incluso hay asociaciones islámicas que organizan regularmente bodas colectivas para los más desfavorecidos, con el objetivo confeso de evitar los comportamientos "desviados", es decir las relaciones sexuales fuera del matrimonio o la homosexualidad.

 

"Incompletas"

 

             Estudien o trabajen, las mujeres no casadas son percibidas como "incompletas", dice Mojtar. La edad a partir de la que una mujer es considerada una solterona varía según el medio en el que se mueva, pero en cuanto se acerca a la treintena, los comentarios descorteses —y las pullas— se multiplican.

             En Egipto "se inculca a la mujer desde la cuna que su supremo destino es casarse y tener hijos", dice Mojtar. La socióloga Madiha al Safti confirma que tradicionalmente la mujer es ante todo esposa y madre: "Toda familia detesta tener una solterona. Una mujer sola está muy mal vista. La gente se pregunta qué problema debe tener".

            

             Mojtar quiere ver en el entusiasmo mediático por su iniciativa un signo de una tímida evolución. Y también en el hecho de que parejas casadas e incluso hombres se hayan unido al grupo. "¡Lo que pasa no es normal, y alguien tenía que decirlo!", se exclama Mohamed Abdel Ati, de 25 años, uno de sus miembros. "Casi todos mis amigos están casados y tienen hijos. Cada vez que les veo, la misma cantinela: ’A ver si te casas, Mohamed!’. Y sus mujeres me proponen: ’¿Quieres que te busquemos a alguien?’", explica.

             El grupo organizará reuniones moderadas por un psicólogo en las que las solteronas puedan expresar su malestar. Sin embargo, está lejos de militar por el celibato, y no traspasa ninguna de las líneas rojas que impone la sociedad. "No estamos contra el matrimonio, ni contra los hombres. Lo que queremos es que las parejas se forjen sobre bases sólidas —afirma Mojtar—. Algunas mujeres se casan demasiado deprisa para que no les digan más que son unas solteronas. Pero con un matrimonio con el primero que pillan, corren el riesgo de cambiar ese calificativo por el de divorciadas, que también está mal visto".