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Nº 174

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¿Que he hecho yo
para merecer esto?Cuadro de texto: Cada tres segundos muere un niño de hambre.
Cada tres segundos enciendo un cigarrillo. 
Cada tres segundos muere un niño de hambre.
Cada cinco horas me siento a la mesa.
Cada tres segundos muere un niño de hambre. 
Cada mes estreno un par de zapatos.
Cada tres segundos muere un niño de hambre. 
Cada quince días me compro un libro. 
Cada tres segundos muere un niño de hambre. 
Cada hora y media me tomo un café.
Cada tres segundos muere un niño de hambre. 
Cada mes o menos me voy al teatro.
Cada tres segundos muere un niño de hambre. 
Cada tres segundos muere un niño.
Cada tres segundos muere.
Cada tres segundos
Cada tres.
Y es un niño.

Carmely Galindo 
POBLACIÓN EN 
POBREZA 
ABSOLUTA

Muy pocos se preguntan acerca del significado de la cooperación; menos aún se cuestiona la bondad intrínseca de las ONGs, y, por supuesto, no parece existir relación alguna entre el auge de estas organizaciones y el nuevo orden mundial. Casi todos los sectores sociales y los grupos políticos, desde la derechas más ultramontana a la izquierda más radical, parecen estar de acuerdo en que "nuevos sujetos" llamados ONGs han entrado en escena: que, al margen de ideologías e intereses, tienen por objeto la ayuda al Tercer Mundo: que son autónomas y que dentro de ellas hay un amplio espectro para elegir la más adecuada y hacer solidaridad o cooperar, que viene a ser lo mismo.

Gracias a las ONGs cooperación y solidaridad son términos que aparecen superpuestos, hasta tal punto, que se confunden continuamente: para ser solidario hay que cooperar, y la cooperación es la vía para ser solidario.

Sin embargo, ambos conceptos tienen no sólo orígenes históricos, sino contenidos muy diferentes. Los movimientos de solidaridad con el Tercer Mundo alcanzan su auge en los años setenta, aunque con anterioridad son numerosas las experiencias solidarias, y la cooperación internacional tiene su inicio en plena guerra fría. Pero mientras que la solidaridad nació como respuesta popular a los levantamientos revolucionarios de otros pueblos en su lucha por transformar el orden establecido. la cooperación surgió como un instrumento de los Estados del Norte para reducir los desequilibrios y garantizar la estabilidad, la paz y la seguridad internacional de ese mismo orden.

La cooperación surge tras la Segunda Guerra Mundial con programas muy concretos, como los planes de ayuda alimentaria o el Plan Marshall y el Programa de los Cuatro Puntos. En su filosofía está no sólo proporcionar ayuda junto con relaciones financie­ras y comerciales a las regiones "subdesarrolladas", especialmente a las ex colonias, sino contener la influencia soviética, todo ello en el marco de los intereses hegemónicos de EE.UU. Las ONGs nacieron con la cooperación siendo en un primer momento las administradoras de las raciones destinadas a aliviar a las víctimas de la guerra. Más tarde, con la necesidad de gestionar las ayudas alimentarias entonces definidas como recursos para el desarrollo. se creó el modelo de organización privada sin ánimo de lucro que está en el origen de muchas de las ONGs del Norte actuales También la iglesia, a finales de los 60 a partir del Concilio Vaticano II, con su llamamiento a extender la acción social más allá de su capacidad institucional promovió la creación de sus propias ONGs.

La amenaza que el bloque occidental veía en ]a pobreza, y que trataba de contrarrestar con las ayudas al desarrollo, no era ficticia. Con la consolidación del bloque de los países del Este surgía la referencia a un nuevo orden en las relaciones de intercambio. y además se alentaban los procesos revolucionarios que veían en la utopía socialista el fin de las miserias

Desde las bases de los Estados, y al margen de las instituciones, brotaban los movimientos de solidaridad con el Tercer Mundo no en genérico, sino con un fuerte compromiso político que trataba de prestar apoyo a los movimientos insurgentes (Cuba, Nicaragua, El Salvador, etc...). La opción popular no fue la cooperación sino la solidaridad. La solidaridad significaba -está en su origen no sólo histórico sino etimológico- compromiso. adhesión a la causa o empresa de otros, comunidad de intereses. También implicaba "ayuda mutua". porque su base no era la ayuda económica, aunque también, sino la política. El pueblo que prestaba solidaridad también la recibía pues se trataba de una empresa común la transformación de un orden injusto.

Mientras los Estados del Norte comprobaban que la pobreza y el subdesarrollo del Sur eran fuente de inestabilidad y apostaban por la cooperación y el crecimiento -"ayuda al desarrollo" en sus diferentes versiones: créditos, asesoría técnica, etc.-. como una vía para mitigar la pobreza en el marco de un orden capitalista la solidaridad, por el contrario era una vía para acabar con la pobreza transformando el orden capitalista. En los momentos actuales. la estrategia internacional para garantizar el orden y la seguridad es muy parecida. Es en esa línea en la que organismos multilaterales como el BM (Banco Mundial) y el F.M.l. (Fondo Monetario Internacional) imponen políticas dirigidas exclusivamente hacia el crecimiento económico, como son las políticas de ajuste estructural, al tiempo que apuestan por una estrategia en la que las ONGs se convierten en los agentes encargados de paliar las situaciones de extremada pobreza y miseria generadas por estas mismas políticas. Sin embargo se ha producido un salto cualitativo en la calidad e intensidad de los mecanismos empleados. Lo que en una época de crecimiento y desarrollo era un instrumento más se convierte a partir de los 80 con la crisis generalizada en el instrumento por excelencia: eficaz para imponer la política económica neoliberal -políticas de ajuste- y rentable por su bajo costo.

De esta forma la expansión de las ONGs está directamente ligada al aumento de la pobreza, la des-responsabilización de los Estados en la prestación de servicios sociales, y la búsqueda de un modelo que alivie el impacto de las políticas neoliberales evitando que se genere inestabilidad social (el modelo de la cooperación).

 

LA EFICACIA DE LAS ONG EN EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

 

La eficacia de las ONGs se apoya en un discurso que goza de gran legitimidad: cooperar es ayudar desinteresadamente, es decir, ser solidario. Por tanto, las ONGs sé declaran organizaciones sin ánimo de lucro y autónomas.

Sin embargo, la realidad está muy alejada de la teoría, detrás de la mayor parte de las ONGs existen grupos de interés, partidos políticos o grupos religiosos. En el caso español, por ejemplo, vinculadas a la Iglesia católica, están organizaciones tan conocidas como Manos Unidas. Caritas. Intermon. etc.... Los partidos políticos y los sindicatos también tienen sus propias fundaciones como Solidaridad Internacional, (PSOE), lSCOD (UGT), Fundación Paz y Solidaridad (CCOO), o tienen lazos muy estrechos. como MPDL (PSOE), IPADE (PSOE), Humanismo y Democracia (PP). etc.... En conjunto, estas organizaciones gestionan la mayor parte de las subvenciones públicas de cooperación. Parece lógico pénsar que los proyectos que apoyan y los fondos que gestionan suelen estar acorde con sus respectivas ideologías e intereses concretos

En el caso de las ONGs del Sur el grado de autonomía es aún más relativo dependen de los recursos de sus contrapartes internacionales, por lo que tienen que buscar los proyectos más atractivos para sus financiadores, que suelen coincidir con los temas de moda en el Norte, como "desarrollo sostenible", "participación de la mujer campesina", "educación popular", "informática y desarrollo rural comunitario", etc. Su libertad para definir proyectos y objetivos es prácticamente nula si quieren sobrevivir y "autosostenerse". Además, dadas las dificultades económicas de 106 países del Sur, las ONGs se han convertido en fuente de contratación para profesionales cuya subsistencia dependerá del éxito de su ONG correspondiente, de la misma forma que en el Norte el aumento de desempleo en los sectores profesionales hace de las ONGs un espacio de contratación ideal.

Aunque algunas organizaciones cuentan con importantes fondos propios, en términos generales, existe una elevada dependencia financiera de las subvenciones oficiales tanto de donantes bilaterales como multilaterales, lo que convierte a las ONGs en no pocas ocasiones en meras ejecutaras de políticas públicas o más específicamente de los intereses y preferencias de las agencias financieras. Dicho de otra forma, las prioridades y los objetivos de las ONGs y de las comunidades con las que estas trabajan se ven mediatizados, cuando no dirigidos, por los Gobiernos, y agencias donantes.

Por otro lado, la mayoría de ellas, sujetas a las exigencias de las subvenciones para la ejecución de proyectos, empiezan a funcionar como empresas e intermediarios financieros, lo que significa que, al margen de contar con un importante número de voluntarios, necesitan un personal fijo y especializado que obtiene sus salarios de los proyectos aprobados: que a los costes de personal se añaden los de infraestructura y comunicaciones, campañas de marketing o recaudación de fondos, y que cada vez tiene menos importancia los contenidos e impacto de los proyectos, los costes de infraestructura, en esta dinámica de captación de subvenciones y fondos privados, implican una competencia de mercado en la que van quedando desplazadas las menos competitivas o las menos adaptadas al "libre mercado". Algunas ONGs, por el número de personal contratado, por su implantación en otros países y su disponibilidad de fondos, funcionan como verdaderas multinacionales de la cooperación (OXFAM: Cruz Roja, NOVID. etc.).

La bondad intrínseca de las ONGs parece tener otro punto de apoyo en su carácter no gubernamental, es decir, privado. Todos conocemos las preferencias ideológicas que muestran las políticas económicas neoliberales por el sector privado Se supone que al ser "nominalmente privadas", serán neutras y eficaces. Ya hemos visto en qué consiste esa neutralidad pero los argumentos sobre la eficacia de lo privado no presentan dudas, La independencia de sus respectivos Estados, sobre todo en el caso de las ONGs del Sur, evita que tengan que rendirles cuentas, que por supuesto han de rendir a sus financiadores, y además ahorra el despilfarro y la desviación tan característicos de los gobiernos y burocracias del Sur. A esto se añade el bajo coste de sus acciones, basadas en importantes dosis de voluntariado, alta participación local, capacidad para innovar y recuperar tecnologías tradicionales adaptadas al entorno, que permiten la subsistencia de las comunidades sin necesidad de grandes inversiones.

En este sentido, las ONGs son vistas como potenciales dinamizadoras de modelos de desarrollo alternativos y sustentables a partir de experiencias piloto (que casi nadie piensa en aplicar al mundo desarrollado). Lo cierto es que los programas y proyectos le las ONGs, por muy eficaces que puedan ser en la solución de los problemas inmediatos de determinadas comunidades, en el ámbito de lo micro, se enfrentan inevitablemente con la existencia de causas estructurales, de políticas macro, cuya definición estatal y transnacional queda fuera de su alcance.

Sin embargo, la flexibilidad en la gestión de las ONGs les permite acceder a las comunidades más depauperadas, donde los Estados no llegan, a la vez que promoviendo la participación local, obtienen mejores resultados en la lucha por la supervivencia. Todo esto entra dentro del proceso de privatización y de des-responsabilización de los, Estados respecto de las políticas sociales, y también dentro de un proceso de desactivación y desmovilización de las organizaciones populares politizadas. Mientras que hace algunos años las ONGs trabajaban con sectores organizados sirviendo como base de apoyo a la" movilización y función de una identificación política -nos referimos a las ONGs del Sur-, en la actualidad, la población objetivo son los más pobres, los más dependientes y, menos politizados, aquellos cuya precariedad les obliga a aceptar cualquier cosa. Así, el mayor logro de las ONGs no será el aumento del bienestar de los pobres sino evitar la oposición política a los ajustes estructurales. Finalmente, las organizaciones populares ya no serán más los interlocutores directos de la cooperación internacional han sido reemplazadas por las florecientes ONGs del Sur. Definidas las contrapartes, el resto de sujetos han quedado fuera de juego.

Pero si las ONGs han ganado espacios y en un futuro próximo serán los actores estelares en el show del nuevo orden, tanto en el Norte como en el Sur, es también por el desmembramiento de los movimientos de solidaridad. Proceso en el que no sólo han tenido que ver la caída de los países del Este, la crisis de la izquierda o la pérdida de la utopía revolucionaria, sino la aceptación sin cuestionamientos de una expropiación: la solidaridad. Término que, como tantos otros, la izquierda se ha dejado arrebatar

 

DESAPARECIDA LA SOLIDARIDAD, ¡VIVA LA SOLIDARIDAD!

En el contexto del libre mercado, la solidaridad ha pasado a ser un producto más ofertado por las ONGs con un gran surtido de posibilidades, desde la tradicional "moneda que sobra" (léase 0.7%), a la instalación de una empresa en el Tercer Mundo, pasando por el trabajo voluntario. Sin ningún contenido político o transformador, la solidaridad ha pasado a ser parte del universo atomizado e individualizado en donde no existen, vínculos sociales entre los agentes que la practican, la solidaridad ha dejado de ser un arma cargada de futuro.

Vaciada de contenido e identificada con cooperación, ha permitido la coincidencia entre Estados, organismos religiosos, izquierdas y derechas, que apuestan por las ONGs como nuevos sujetos sociales y por la cooperación como única vía para ser solidarios.

Cooperación o SolidaridadCuadro de texto: El presente Código ha sido redactado por las Organizaciones No Gubernamentales europeas, actores o contrapartes en el proceso hacia un desarrollo global.
Su objetivo no es otro sino el de promover una discusión en torno a dicho código y animar a las mencionadas organizaciones a examinar su propio material.
El código adjunto debería servir de desafío así como de guía para el trabajo cotidiano de las ONG europeas.
Ha sido aprobado por la Asamblea General del Comité de Enlace de las Organizaciones No Gubernamentales europeas ante la CE en 1989.
PREAMBULO
Desde estos últimos diez años, el público europeo ha sido regularmente ahogado bajo una masa de informaciones e imágenes angustiosas sobre la situación de urgencia que existe en ciertos países del Tercer Mundo.  Ha debido de absorber diversas interpretaciones de la situación y ha sido objeto de llamadas acuciantes, expresadas sobre todo en términos de caridad, a fin de ayudar a las poblaciones en dificultades.  Si esta campaña ha permitido innegablemente salvar un gran número de vidas humanas, también ha influenciado la idea que los Europeos se hacen del Tercer Mundo, de sus problemas y de sus posibles soluciones, así como de sus propias relaciones con estos países.  Si la carga emocional de la imagen, las virtudes lapidarias del lema publicitario y la eficacia temporal de su yuxtaposición hacen del cine, de la televisión, del cartel, del periódico, -vectores expresamente designados para atraer la atención del público-, este tipo de comunicación privilegia el riesgo CODIGO DE CONDUCTA
IMAGENES Y MENSAJES A 
PROPOSITO DEL TERCER MUNDOCentro de Documentación y Educación para la Paz