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MA-1584-89ABRIL-2009
Nº 187

                 El “progreso” se cuestiona hoy menos que nunca; simplemente se piensa que es bueno para todos. Las nociones actuales de progreso se remontan a la era colonial, cuando la apropiación de recursos y mano de obra supuestamente se justificaban porque a cambio se ofrecía “civilización”. Entonces, ¿qué es el progreso? Para los ciudadanos pobres de las naciones más pobres, sus pilares son la escolarización, de la que esperan mayores ingresos, y la asistencia sanitaria, de la que esperan una vida más larga. Este informe de Survival Internacional no pone esto en duda: algunos ven realizados sus sueños, pero otros sólo se empobrecen aún más.  Para los pueblos indígenas es diferente, sobre todo para aquellos con un menor contacto con foráneos. Imponerles el “progreso” nunca les reporta una vida larga y feliz, sino una existencia corta y desoladora, con la muerte como única escapatoria. El progreso impuesto ha destruido a muchos pueblos y amenaza a muchos más.

Unos lo saben y deciden mantenerse aislados. Otros tienen una relación más estrecha con los foráneos; algunos reciben atención sanitaria destinada a mitigar la devastación a la que se enfrentan. Como una paradoja mortal, la asistencia sanitaria “moderna” disponible para los indígenas nunca es suficiente -ni siquiera en los países ricos para contrarrestar los efectos de las enfermedades introducidas y la devastación generada por la pérdida de sus tierras.

Este estudio no niega los logros de la ciencia, ni defiende una visión romántica que añora una mítica edad de oro. Tampoco es un rechazo al cambio: todas las sociedades cambian constantemente. Lo cierto es que los pueblos indígenas que viven en sus propias tierras -controlando su propia adaptación a un mundo cambiante- son pobres en términos monetarios, pero su calidad de vida y salud es, a menudo, visiblemente mejor que la de muchos de sus compatriotas. Las estadísticas muestran que cuando se les fuerza a abandonar sus tierras, su salud y su bienestar se deterioran, y las tasas de depresión, adicción y suicidio se disparan. Éstos son hechos demostrables.

Recientes intentos de medir la “felicidad” en distintas poblaciones no han sorprendido a quienes ya están familiarizados con pueblos indígenas que aún ejercen el control sobre sus vidas: los más ricos del mundo no son más felices que un pastor masai.

Los proyectos que desalojan a los indígenas de sus tierras e imponen el progreso” causan una miseria incalculable. Esto no es sorprendente: el “progreso” -la convicción de que “nosotros” sabemos más- comparte con el colonialismo el efecto de apropiación de tierras y recursos nativos.

Los pueblos indígenas no sobreviven a esta situación. Por el contrario, cuando están en sus propias tierras y eligen su propio desarrollo, simplemente prosperan.

PROGRESO = avance hacia una meta; desarrollo hacia un estado mejorado o avanzado

El Progreso,
PUEDE MATARprogreso =

avance hacia una meta; desarrollo hacia un estado mejorado o avanzado

Informe de Survival Internacional. Www.survival. es

             LOS QUE VIENEN DE FUERA SIEMPRE DICEN QUE TRAEN EL PROGRESO.

             PERO TODO CUANTO TRAEN SON PROMESAS VACÍAS. POR LO QUE

REALMENTE LUCHAMOS ES POR NUESTRA TIERRA. POR ENCIMA DE

CUALQUIER COSA, ES LO QUE NECESITAMOS.”

Arau, hombre penan, Sarawak, Malasia, 2007

             ESTOS LUGARES [CAMPOS DE REASENTAMIENTO] HAN CONVERTIDO            A NUESTRA GENTE EN LADRONES, MENDIGOS Y BORRACHOS. YO NO QUIERO ESTA VIDA.

             PRIMERO NOS HACEN INDIGENTES AL QUITARNOS NUESTRAS TIERRAS, NUESTRA CAZA Y NUESTRO MODO DE VIDA.

             LUEGO DICEN QUE NO SOMOS NADA PORQUE SOMOS INDIGENTES.”

Jumanda Gakelebone, bosquimano, Botsuana, 2007

El  PROGRESO puede MATAR

Informe de Survival Internacional. Más información en: www.survival.es/campanas/progresopuedematar

El sarampión se propagó gradualmente por toda Gran Andamán… La mitad, por no decir dos tercios, del total de los andamaneses… murieron a causa de sus efectos… Esta epidemia fue el mayor desastre que han sufrido los andamaneses y, como consecuencia, nuestro trato hacia ellos experimentó un cambio; se abandonaron todos los intentos de forzarles a sedentarizarse y a adoptar una vida agrícola…”

 

M.V. Portman, funcionario responsable de los andamaneses, 1899

“Lo que en realidad estamos haciendo es un crimen. Cuando entro en contacto con los indígenas, sé que estoy forzando a una comunidad a dar el primer paso por una senda que les llevará al hambre, a la enfermedad, a la desintegración, a menudo a la esclavitud, a la pérdida de sus tradiciones y, al final, a una muerte demasiado temprana en la más absoluta miseria.”

 

Antonio Cotrim, FUNAI (Dpto. de Asuntos Indígenas de Brasil), 1972

contacto

Los británicos llevaron el “progreso” a los granandamaneses trasladándoles a un “hogar” para mejorar su estilo de vida. De los 150 niños nacidos, todos murieron antes de su tercer cumpleaños. Del total, el 99% de la población murió, y hoy sólo quedan vivas 53 personas. Sobreviven a base de la ayuda del Gobierno, muchos padecen tuberculosis, y la mayoría de los hombres son alcohólicos.

Sus vecinos en las Islas Andamán, los jarawa, habitan sus tierras desde hace unos 60.000 años: cinco veces más tiempo del que los antepasados de los británicos llevan en Gran Bretaña. Los jarawa han vivido aislados y de forma autosuficiente, y siguen gozando de buena salud. Su supervivencia hoy se ve amenazada por una carretera que atraviesa sus tierras, y trae consigo cazadores furtivos y nuevas enfermedades como el sarampión. El Tribunal Supremo de India ha ordenado su cierre, pero la administración local se ha negado a acatar la orden, y la carretera sigue abierta.

esperanza de vida

Para los pueblos aborígenes de Australia, el progreso ha significado desalojos, empobrecimiento y la destrucción de comunidades.

En comparación con el resto de los australianos, los aborígenes tienen:

E 6 veces más probabilidades de morir en edad infantil;

E 6 veces más probabilidades de morir de un infarto;

E 8 veces más probabilidades de morir de afección pulmonar o cardíaca;

E 22 veces más probabilidades de morir de diabetes.

E Su esperanza de vida al nacer es entre 17 y  20 años menor que la del resto de australianos.

“La salud de los aborígenes y de los australianos isleños del Estrecho de Torres es trágicamente precaria... la causa fundamental es la pérdida de control sobre sus vidas provocada por varios factores que incluyen el despojo continuado de tierras, la desestructuración cultural, la pobreza, la deficiente educación y el desempleo.”

Real Colegio Australasiano de Médicos (RACP), 1997

“El primer paso en el viaje hacia la curación es reconectar con la tierra. Ésta simboliza mucho para nosotros: es nuestra familia, nuestros padres, nuestros abuelos. Es el cordón umbilical, el vínculo entre la madre y sus hijos.”

Doris Pilkington Garimara, autora aborígen de Generación Robada, 2003

PROGRESO = VIH/SIDA

 

 

 

 

 

El “progreso”, desde la construcción de carreteras hasta los reasentamientos, trae consigo prostitución, abuso de mujeres y niños indígenas, y enfermedades sexuales. En 1971, los esfuerzos del Gobierno brasileño por establecer un “contacto amistoso” con indígenas aislados introdujeron la gonorrea entre los parakanã. Los funcionarios gubernamentales infectaron a 35 mujeres indígenas; algunos de sus hijos nacieron ciegos.

La ocupación indonesia es desastrosa para los papúes. Su tasa de infección de VIH es 15 veces superior a la media nacional, y aumenta rápidamente.

Sin embargo, la educación sanitaria y su chequeo se dirige a la población indonesia, no a la indígena. Los soldados proporcionan prostitutas y alcohol a líderes indígenas para sobornarles y para que cedan su madera más preciada, que se vende para incienso. Muchos papúes creen incluso que el ejército indonesio introduce deliberadamente VIH como herramienta para el genocidio. Algunos pueblos indígenas se enfrentan a la aniquilación por esta enfermedad.

 

La infección de enfermedades venéreas entre los parakanã no fue un caso aislado: fue sintomático de las actitudes brutales hacia los indígenas recién contactados a lo largo de las nuevas carreteras.”

John Hemming, 2003, Die If You Must

“Quiero marcharme y que me entierren en mi hogar, que es Molapo [en la Reserva de Caza del Kalahari Central, Botsuana]. Ahora estoy enferma, a punto de morir… Nosotros fuimos las primeras personas a las que se expulsó de Molapo. Aquí en New Xade [campo de reasentamiento del Gobierno] hay distintos tipos de enfermedades que no reconocemos… Cuando enfermas, mueres.”

Mujer bosquimana que murió de SIDA en 2006 con 29 años.

Antes de ser trasladados a campos de reasentamiento, no se habían registrado muertes de bosquimanos a causa de esta enfermedad.

En 2002, un 40% de las muertes de bosquimanos
gana y gwi en un campo de reasentamiento se
debieron al SIDA.